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Aquella parada al Sevilla

La Razón
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Se va uno de los futbolistas más importantes en la historia del Real Madrid, un portero que ha sabido defender esa portería con la dificultad y la presión que conlleva siempre ser guardameta del Real Madrid. Es uno de los puestos más exigentes del mundo del fútbol, en el que tienes que estar atento en todo momento y estar preparado para cuando te tiren. No va a ocurrir muchas veces, pero cuando sucede tienes que responder con responsabilidad, al máximo nivel y con mayor exigencia. Iker ha respondido y es, sin duda, el mejor portero de la historia del club blanco en cuanto a títulos conseguidos. No hay nadie que pueda hacerle frente en ese aspecto.

Sus últimos años han sido extraños, con muchas turbulencias y no sé muy bien por qué ha sucedido algo así. Iker Casillas siempre fue un portero al que el público del Santiago Bernabéu adoró. Es un futbolista con un carisma superior a muchos otros y eso ha sido muy importante para su carrera. Hubo un momento en el que se le quería tanto que se le perdonaban sus fallos o errores. Se le protegía o no se le criticaba como sí se ha hecho con otros.

Para los porteros no es fácil destacar y éste es un mundo en el que se les ha valorado muy poco frente a otras posiciones más llamativas. Sólo ha habido un Balón de Oro que lo haya ganado un portero. A lo largo de la historia, muchos guardametas han sufrido la minusvaloración y eso también ha pasado en el Real Madrid, donde han sido famosos otros futbolistas y han quedado más en el olvido quienes defendían la portería. Casillas sí que ha conseguido el reconocimiento, es un gran heredero de los grandes guardametas que han pasado por el Real Madrid.

No sería justo decir quién ha sido el mejor de ellos. Cada uno ha tenido sus características: desde García Remón hasta Miguel Ángel. Supongo que cuando Casillas empezaba se fijaría en los grandes porteros que había en ese momento, como ahora los chicos que están empezando y que sueñan con llegar a la portería del Real Madrid en Primera División se fijan en las cosas que hace Iker e intentan imitarle.

Iker ha sido el mejor en el uno contra uno, en la velocidad de reacción y con unos reflejos espectaculares, además, siempre ha sido un hombre con suerte. Esto forma parte de la vida de los guardametas. Pueden tener suerte o no. El balón puede ir al palo o entrar dentro sin que muchas veces dependa del guardameta. Sin duda, Casillas tenía un santo de su lado. Lo malo es cuando ese santo te abandona.

Con su marcha al Oporto, el conjunto portugués gana la experiencia y la tranquilidad que le aporta la experiencia de Iker tras tantos años defendiendo al Real Madrid. Iker se marcha a una Liga más cómoda que la española, donde el poder se lo reparten el Oporto y el Benfica. Es un hombre que puede aportar mucho a ese vestuario y ayudar al entrenador, Julen Lopetegui, otro portero que también defendió al Real Madrid y que está más que encantado con su llegada.

Casillas se va y nos deja en la memoria un gran número de paradas importantes y también decisivas. Supongo que todos nos acordamos de la misma. La que le hizo al jugador del Sevilla, Diego Perotti. A todo el mundo nos asombró su capacidad para sacarla, la intuición que tuvo para llegar a un balón.