«Así no se puede perder»

Florentino Pérez acudió ayer al primer entrenamiento tras la derrota del sábado.

El día antes de la final de «Champions» en Lisboa, contra el Atlético de Madrid, Florentino Pérez se reunió con la plantilla. Iba con unos papeles para tener claro el mensaje que quería enviar a los futbolistas en un día tan importante en la historia de la entidad. Pretendía animarles ante ese partido, explicarles lo que significaba para el Real Madrid ganar el décimo título de la máxima competición. Fue a finales de mayo de 2014. Poco más de medio año después, el presidente del club blanco se volvió a reunir con la plantilla. Ocurrió ayer, en Valdebebas, lejos físicamente de Lisboa y más lejos aún emocionalmente. El equipo que ganó la «Décima» fue goleado por el mismo rival, en su sexto enfrentamiento desde aquel día. No le ha vuelto a ganar: frente a él se siente impotente como nunca y casi ha acabado con todas sus certezas.

La crisis de confianza puede ser grave y Florentino Pérez quería ayer que la plantilla tomase conciencia de quiénes son y dónde están. Y que cambiasen el rumbo. Habló con los futbolistas y con el cuerpo técnico y les pidió compromiso y recuperar el tono con el que a finales de 2014 este equipo acumuló una histórica racha de victorias y, además, les mandó un mensaje claro para no olvidar en lo que queda de temporada: «Así no se puede perder». También quiso animarlos, dejarles claro que confía en ellos para sacar esto adelante.

Ayer, el Real Madrid volvió a los entrenamientos tras descansar el domingo y antes que los jugadores, llegó Florentino Pérez a Valdebebas. Los vio a la salida del Vicente Calderón, pero ayer era el día indicado para hablar con calma, 48 horas después de la derrota, con la cabeza más fría. El presidente empezó muy duro y después fue cambiando el tono para intentar recuperar la moral de todos. «No se puede repetir», insistió. Fue una reunión para que todos hiciesen autocrítica, para no volver a caer en los errores que han llevado al Madrid a perder tres de los cuatro puntos de ventaja que tenía en la clasificación y ser eliminado de la Copa del Rey. «Quiero que seáis el equipo de antes. Ya está bien de tonterías», añadió el presidente, según el periódico «Marca».

Florentino Pérez quería explicaciones de lo que está sucediendo y convencerlos de que aún hay tiempo para reaccionar. El Madrid, pese a la tormenta en la que está inmerso, continúa liderando la clasificación y el sábado tiene un partido propicio contra el Deportivo en casa para retomar las buenas sensaciones. Desde la derrota en Valencia, sólo ha logrado una victoria sencilla, contra el Espanyol, en casa: el resto de días, como contra el Córdoba o el Sevilla, se ha sufrido mucho más de lo previsto. Se quiere cambiar de rumbo. El calendario de Liga no es malo y la eliminatoria en la «Champions», contra el Schalke, que se disputa la semana que viene, tampoco parece un gran escollo.

Los que trabajan cerca del presidente madridista aseguran que siempre está pidiendo la excelencia y la máxima profesionalidad a sus empleados, tanto en el Real Madrid como en ACS. Lo hace también con los futbolistas, quizás los trabajadores más especiales de todos lo que tiene en nómina. Pero es que las derrotas del Madrid le duelen y sobre todo, le duelen contra el Atlético, el clásico enemigo cuando el presidente madridista empezaba a ser un aficionado al equipo blanco. El partido del sábado ha hecho mucho daño y no ayudaron las imágenes de después de la fiesta de Cristiano Ronaldo. Fue como echar sal en la herida. Todo ha indignado a los directivos, aunque es la derrota lo que escuece por encima de todo.

El Atlético provocó la primera gran crisis de esta temporada, tras derrotar al Madrid en el tercer encuentro de Liga y después de eso, el equipo cambió para remontar en Liga y ganar todos los encuentros oficiales hasta 2015. En el club no se van a tomar decisiones precipitadas y hasta junio no va a suceder nada extraño, pero se quiere una reacción rápida para recuperar la competitividad perdida en el mes de enero, como si los triunfos anteriores hubiesen aletargado tanto a los futbolistas como al entrenador.