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Impecable Madrid

La Razón
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El campeón de todo esta temporada está a un paso de ganar también la Liga Endesa y completar un póquer histórico de títulos. Los primeros 80 minutos de la final han sido un monólogo del Real Madrid. La historia está con los de Laso. Nadie ha levantado un 2-0 en una eliminatoria por el título, pero detrás del abrumador dominio blanco hay más, mucho más.

- «Llull, Llull, Llull»

El grito favorito de la hinchada madridista esta temporada atronó en el Palacio. Se fue el último de la pista y la afición le despidió con una ovación que puede ser la última que reciba en casa. Después de más de 70 partidos, su físico le permite dominar con autoridad y si añade la inspiración que tuvo en el primer cuarto... En Europa es imparable. Apareció con el traje de dinamitero y en el primer cuarto anotó los cinco triples que intentó. Detrás de ese Llull explosivo está un director de juego más que notable. Entre las semifinales y la final (6 partidos) promedia media docena de asistencias por encuentro. Anota, dirige y marca el territorio en defensa de forma asfixiante. Lógico que le quieran ya en Houston.

- Rudy, el MVP

En 2015 Rudy discute con Spanoulis el trono de jugador exterior más decisivo de Europa. Semanas antes de la Copa del Rey, allá por mediados de enero, elevó su nivel y lo ha reforzado todavía más en el tramo decisivo de la temporada. Rudy hace de todo y lo hace muy bien. En el primer partido evitó que Hezonja hiciera más daño del que causó. En el segundo volvió a ser multidisciplinar (17 puntos, 4 rebotes, 2 asistencias y una amenaza permanente atrás) con menos de 20 minutos en la pista. Se le nota muy cómodo y las protestas a los árbitros, que en otro tiempo le hubiesen descentrado, no le alteran lo más mínimo. Controla todo lo que sucede a su alrededor con una sensación de superioridad que no se había visto antes. «Tenemos mucha experiencia en este tipo de finales», afirmó ayer pensando en ganar el título en tres partidos y centrarse así en su boda del próximo 4 de julio.

- La aportación de los nuevos

Rivers, Nocioni, Maciulis y Ayón han comprendido para qué llegaron al Madrid. Su actitud y rendimiento tienen encantado al banquillo y a la zona de palco en la que se cuecen las decisiones de la sección de baloncesto. Los cuatro han aportado en todos los momentos decisivos de la temporada. Lo hicieron en la Copa, lo hicieron en los dos partidos de la «Final Four» y lo están haciendo en la final. Saben que el brillo y los focos son para otros, ellos se encargan del trabajo sucio y de cometer los menos errores posibles. La sangre en la frente de Nocioni después del golpe de Doellman simboliza lo que son los cuatro nuevos para el equipo. Se pelean con el mundo, trabajan como el que más y tienen la calidad suficiente para hacer daño en ataque. Cuando volvió el «Chapu» a la pista con la herida cerrada y una más que visible tirita, logró una canasta con tiro adicional, se dirigió a la grada y el madridismo enloqueció.

- Laso vs Pascual

Pablo Laso ha conseguido una definición de roles en la plantilla admirable. Todos saben qué deben y qué no deben hacer. Sólo Bourousis y Campazzo están para mover las toallas en el banquillo. El resto aporta durante muchos minutos y en muchos partidos. Los cuatro internacionales españoles son los que más grandes aparecen en los títulos de crédito y el resto asume orgulloso su condición de secundario. En el Barça, Xavi Pascual tiene 72 horas para recuperar a un equipo más tocado mental que físicamente. La reflexión de Abrines ayer suena muy poco creíble: «Estamos con la soga al cuello, pero sabemos el camino que debemos seguir para dar la vuelta a la final».

- El Barça, sin soluciones

Xavi Pascual está desbordado y sus protestas a los árbitros en el primer cuarto fueron el enésimo detalle. Los más de 20 minutos que disputó ayer Edwin Jackson son el reflejo de que algo no se ha hecho bien en el Barça. El escolta francés no había sido inscrito en ningún partido de las eliminatorias por el título hasta ayer. La lesión de Navarro, la intrascendencia de Abrines y la nula aportación de Oleson y Thomas le llevaron a ser el quinto jugador más utilizado por el Barcelona. Satoransky y Huertas también están superados por la situación.

- Desaparecidos

Tomic fue renovado hace un mes hasta 2019. Se olvidó de los Jazz de Utah para ser la pieza angular del juego interior del Barça, pero no ha aparecido. Él y los árbitros son los únicos elementos que dispersan la atención del aficionado madridista. Se ha topado con todos los grandes del Madrid y no ha sido superior a ninguno. Tampoco es que haya encontrado demasiada ayuda. Lampe dejó detalles en el primer partido y el resto, nada de nada. Queda por comprobar si la imagen sólida mostrada durante toda la temporada en el Palau se recupera el miércoles... O esperar a que Navarro reaparezca y haga milagros.