Baloncesto
Jayce Carroll: «Cuando tenga 50 años y viva en Estados Unidos vendré a ver la Copa»
Jayce Carroll / Escolta del Real Madrid. Si hay alguien que valora un torneo como el que empieza hoy en La Coruña es él. La Copa le cambió la vida. Un jugador diferente para una competición especial
Jayce Carroll (16-4-1983, Laramie, Wyoming) es uno de los tipos más queridos en el vestuario del Real Madrid. Enamorado de España, de su equipo, de su familia y de la Copa del Rey. En La Coruña busca su cuarto título.
- ¿Es la Copa tan especial como parece desde fuera?
- Es mi sexta Copa del Rey y me trae muy buenos recuerdos. La primera fue aquí en Madrid y contra el Madrid. Metí 20 puntos, perdimos, pero cambió mi vida. El Madrid me fichó y recuerdo que a la Copa en el Sant Jordi fuimos con mucha confianza y ganamos un partido increíble al Barça. Fue el primer título de este grupo, el mejor recuerdo. Luego está la canasta de Llull para ganar la segunda Copa sobre la bocina y el título del año pasado, que fue un trabajo más metódico. Hicimos tres buenos partidos. Es un fin de semana espectacular. Cuando tenga 50 años y esté en mi casa en Estados Unidos volveré para participar en este fin de semana.
- Parece que este año Madrid y Barça no son tan favoritos...
- Está todo muy abierto. Valencia lleva una temporada increíble, será muy difícil ganarlos y también al Laboral Kutxa, que nos ha ganado ya dos veces. Los dos son favoritos. Madrid y Barça tendremos también posibilidades. Este año no hay un favorito claro.
- ¿Cómo se afronta una temporada con 32 años después de ganarlo todo?
- Con ganas y ambición. Estoy muy orgulloso de todo lo que hemos hecho, pero sigue habiendo hambre para competir y seguir ganando. Hay muchos jugadores en el vestuario que no han ganado la Copa y hay que transmitirles que tenemos que ganar.
- ¿Por qué el equipo acumula ya esta temporada 14 derrotas?
- Está siendo un poco extraño. La gente del Eurobasket llegó cansada mental y físicamente, aparecieron las lesiones y hubo que cambiar las cosas otra vez... Luego llegaron nuevos jugadores a los que hay que enseñar cómo funciona el Madrid. Muchos fichajes, bajas, muchas lesiones...
- Parece que los nuevos del año pasado asumieron muy pronto su rol y este año no es así...
- Sí, es cierto. Pero también la gente olvida la lucha que tuvimos la temporada pasada hasta la Copa. Estuvimos irregulares, pero llegamos a la Copa con concentración y con ganas y todo cambió. Los fichajes asumieron su rol y entendieron todos lo que tenían que hacer para ayudar al equipo.
- ¿Es difícil adaptarse al Madrid?
- Sí, porque todo el mundo viene de un equipo más pequeño, donde han sido estrellas, tenían que meter 20 puntos, jugar 35 minutos y aquí en vez de eso juegas sólo 15. Es complicado adaptarse porque llevas muchos años jugando de otra manera. De hacer 15 tiros pasas a sólo seis. Tienes que cambiar la idea de lo que es un buen partido, aquí se trata de ayudar al equipo y creo que a la Copa llegamos en el mejor momento de la temporada.
- Una de las derrotas fue ante su rival en cuartos de final...
–Fuenlabrada tiene mucho peligro desde el perímetro. Con Popovic, Paunic, Urtasun... Tienen una capacidad de tiro increíble. Hay que bajar sus porcentajes de tres y ser duros dentro de la pintura.
- ¿Les pasa a los tiradores como a los delanteros en el fútbol, viven de las rachas?
- Hay semanas que lo metes casi todo y piensas: este fin de semana tendré un buen partido. Luego pasa como el último día. Durante la semana lo fallaba todo, los compañeros se reían de mí y contra el San Sebastián metí 11 puntos en el primer cuarto. Esta semana parece que va bien (risas).
- ¿Le preguntan sus compañeros por su etapa de misionero?
- Sí, hacen muchas preguntas y se asombran de cuando fui misionero con 19 y 20 años en Chile. Todos los días predicando por la calle intentando convertir a la gente a la Iglesia de los Santos de los Últimos Días. Habría que convertir a algún compañero (risas).
- ¿Es el Madrid una religión?
- Para muchos sí. La historia, los jugadores, las estrellas que llegaron antes... Sí, es una religión.
- ¿Qué fue lo que más le sorprendió de España y que cree que echará de menos cuando vuelva a Estados Unidos?
- Habiendo estado en Chile no había mucho que me sorprendiera, pero hay cosas que me encantan. Me gusta la cocina española y la costumbre de cenar con amigos durante muchas horas y hasta muy tarde... Eso me costó al principio, porque, claro, después de una cena de tres o cuatro horas, cuando habíamos acabado me aburría. Había comido, era la una de la mañana y decía: ¿ahora qué? Me gusta mucho salir con los amigos a cenar. Y me gusta el tamaño del país. Con un AVE puedes estar en cualquier sitio en poco tiempo y eso es imposible en Estados Unidos.
- ¿Se llevará alguna costumbre a su país al margen de las cenas?
- Sí. Después de Navidades, mi mujer vuelve a Estados Unidos un mes para estar con la familia. Hemos adaptado la costumbre de los Reyes Magos, hicimos una cena muy grande con toda la familia, llegaron los Reyes con regalos, la cultura española está dentro de mis niñas... La mayor tiene siete años y lleva seis aquí, habla español, va a un colegio español... La segunda nació en Gran Canaria y la última es de Madrid. Españolas, españolas...
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