NBA

Estados Unidos

La furia de LeBron

Apoyados en su estrella, unos disminuidos Cavs igualan la final

James estalló tras ganar en Oakland
James estalló tras ganar en Oaklandlarazon

Sin tres de los jugadores más importantes y costosos de su rotación (Irving, Love y Varejao) y todas las apuestas en su contra, los Cavaliers igualaron la final de la NBA (1-1, 93-95) por obra y gracia de «King James», el jugador más excesivo, en todos los sentidos, de la Liga. Jugó 50 minutos, incluidos los cinco de la prórroga, y además de firmar 39 puntos, 16 rebotes y 11 asistencias, convenció a los compañeros que aún le quedan sanos de que el anillo todavía es posible y, también, romper las previsiones de la mayoría de los analistas. Lo normal es que el talento, frescura y profundidad de plantilla de los Warriors se impusiera, pero de momento, LeBron y los secundarios de David Blatt asaltaron el Oracle Arena y recuperaron la ventaja de campo antes de jugar los dos próximos choques ante su público.

El empuje de los suyos será la única ventaja extra en el tercer encuentro para unos Cavaliers que llegarán hasta donde lo hagan la magia y la energía de su estrella, que juega en todas las posiciones, sube el balón, rebotea, anota y pone en juego al resto a base de asistencias. Esto último fue clave en la victoria de los Cavaliers, que se las apañaron con el sorprendente australiano Dellavedova, decisivo con dos tiros libres y un rebote al final, la brillantez intermitente de JR Smith y el tupé impredecible de Iman Shumpert.

En los Warriors, fue la muñeca de Klay Thompson quien retó la producción de Lebron hasta el comienzo del cuarto periodo (30 puntos ambos entonces). Curry nunca vio el aro tan claro como acostumbra (2 de 15 en triples) y, aunque con una bandeja forzó la prórroga, no fue suficiente. «Con LeBron siempre tienes una oportunidad», dice uno de los asistentes de Blatt y a ella se agarran los Cavaliers.