Segundas oportunidades

Las oportunidades que te da el baloncesto para resarcirte de una derrota son una de las muchas cosas buenas que tiene este deporte.

Hace un año, en el Eurobasket de Eslovenia, Francia con todas sus grandes estrellas nos ganó en semifinales. España fue un equipo competitivo en el que faltaban jugadores importantes como Navarro, Pau Gasol, Ibaka y Felipe Reyes. Aun así conseguimos una gran medalla de bronce. Para muchos supo a poco, pero para otros muchos, una medalla siempre nos sabe genial.

Un año después nos vamos a enfrentar de nuevo en un partido a cara o cruz, pero con el papel invertido. Ellos son un gran equipo, pero sin su gran estrella, el base de los San Antonio Spurs, Toni Parker. Y nosotros, con el mejor equipo de la historia del baloncesto español.

Ya demostramos a Francia hace un par de días que somos mejores que ellos. Pero este partido es otra historia, es una final.

Veo al equipo con mucha solidez, con la misma hambre de ganar y actuando como un rodillo. Lo importante es que esperemos que las molestias que tiene Pau no mermen su juego, ya que entre el nivel al que está jugando y el peso que tiene en el equipo es una pieza fundamental para seguir aspirando a lo máximo. Si os soy sincera, tengo siempre una alegría especial cuando ganamos a los franceses, ¿por qué? Pues porque no saben admitir que estamos siendo mejores que ellos en muchos deportes, porque han intentado desprestigiar a nuestros grandes deportistas con el tema del dopaje, y sabemos que en el deporte a veces ganas y otras pierdes... y es difícil tanto saber ganar como saber perder. Ahí también somos mejores que ellos.