El reto de los retos

Pletórica tras su agónico triunfo sobre Dinamarca, la selección española se enfrenta mañana en semifinales a Francia, ganadora de los Mundiales de 2009 y 2011.

«¡Seguimos!», gritó Manolo Cadenas antes de levantarse y abandonar la sala de prensa tras derrotar a Dinamarca. Parece que fue hace una eternidad, pero fue hace nada y aquí está ya Francia, el gran ogro, en el camino hacia la final. Puede que no sea la misma de antes, pero podría ser la mejor selección que ha dado la historia del balonmano. Allí siguen hombres como Karabatic, Omeyer o Narcisse, que han ganado dos oros olímpicos, dos mundiales y tres europeos desde 2006. Casi nada. Llegan con algún lesionado como Abalo, pero... «Está quien está y van sobrados», dice Cañellas. Y se explica: «Siempre es igual, que si no son los de antes, que si han tenido un partido malo, que si falta este jugador... pero al final no hay quien les tosa».

Son muchas batallas las vividas. Se han enfrentado en ocho de los once últimos grandes campeonatos, en alguno hasta dos veces. Y ésta es la secuencia: 2 victorias, 2 empates y 5 derrotas para España. Pero los números dicen también que siempre que ha sido un duelo decisivo, ganó Francia. Como en los cuartos de los Juegos de 2012. «Lo recuerdo muchas, muchas veces, fue la que más me dolió», admite Viran Morros. Accambray marcó el gol del triunfo pisando la línea. «Sí, claro que lo he olvidado», ironizó Entrerríos. Otro de los malos recuerdos fue en las semifinales del pasado Campeonato de Europa. «Nos tendrán ganas y por eso son más peligrosos todavía», decía Karabatic, la estrella gala. Pero ese partido dejó un hueco para la esperanza. «Nos quedó la sensación de que estuvo en nuestra mano», opina Cadenas. «Casi siempre les jugamos de tú a tú, pero es difícil porque son muy buenos», explica Viran Morros. «Esto es como el fútbol y el refrán ese de Alemania. Parece que aquí tiene que ganar Francia, pero alguna vez tiene que perder. Vamos a intentar revertir la historia y escribir la nuestra. Estamos muy bien y vamos a luchar», concluye Cañellas.