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Barça-Celta: juicio en el Camp Nou

Messi y Luis Suárez, en el entrenamiento del Barcelona
Messi y Luis Suárez, en el entrenamiento del Barcelonalarazon

«No», respondía Valverde. Y se hizo el silencio durante algunos segundos. Nada más que añadir. La pregunta era si sentía que su puesto peligraba después de los últimos malos resultados y de las malas sensaciones que transmite el Barcelona que, curiosamente, va primero en la Liga y también en su grupo de la Champions. Pero tiene a la afición enfadada por lo poco que ofrece en el campo, ya que jugando así, se teme lo peor. Incluso en el último partido, ante el Slavia de Praga, hubo pitos en el Camp Nou durante y al final de un duelo que acabó 0-0. «Lo entienda o no lo entienda, esto es así», afirmó el entrenador azulgrana. «Si hubiéramos marcado un gol en el primer tiempo, en el que nos costó mas; y otro en el segundo, en el que nos corregimos, todo estaría más tranquilo. Pero las cosas son como son: hace una semana esto era una autopista porque habíamos ganado seis partidos seguidos», continuó el técnico, que desde que llegó a la Ciudad Condal ha tenido que hacer frente a situaciones delicadas: primero por la marcha de Neymar en pleno verano, unido a la derrota de la Supercopa; después por la eliminación en Roma en la Champions y más tarde por la de Anfield, que fue peor. A todo ha sobrevivido. «El otro día estuve comiendo con el presidente. El club siempre me ha apoyado y me siento respetado», afirma un hombre que cada día escucha el nombre de un posible sustituto: que si Koeman, que si Gallardo...

La Liga es el torneo que más ha dominado el Barcelona de Valverde, líder prácticamente en el 80-90 por ciento de las jornadas en dos temporadas y media. «Este año los de arriba estamos perdiendo más puntos», afirmó el Txingurri, lo que no es cierto del todo. Hay quien dice que no hay mayor mentira que la memoria. En su primer curso de azulgrana después de la jornada 12 tenía 34 puntos, once victorias, un empate y sólo cuatro goles encajados. Cifras incontestables. Pero la campaña pasada a estas alturas la situación del conjunto azulgrana era similar: llevaba 24 puntos, dos más que ahora, pero también había jugado un partido más, ya que está pendiente el clásico contra el Real Madrid, que se disputará el 18 de diciembre. Y había encajado 18 goles, por los 14 del presente campeonato. Lo que cambia son los empates por las derrotas: hace un año sumaba tres y dos partidos perdidos, y ahora es una igualada y tres tropiezos absolutos. Fue a partir de diciembre hasta febrero-marzo cuando encadenó su mejor racha y se despegó en la Liga. A eso se agarra el entrenador barcelonista, que siempre espera una reacción de su equipo y de sus jugadores. «Otras veces hemos salido bien de estas situaciones», asegura Valverde que, de momento, por más que mueve sus piezas no da con la solución ideal.

El Celta será el primero en medir la reacción de los azulgrana o será quien lo meta en una crisis más profunda, ya que por delante quedan 15 días sin Liga por el parón por selecciones. Será el debut de Óscar García, un exazulgrana, en el banquillo de los vigueses, que están en un momento delicado.