Celta - Real Madrid: los dos tripletes que volaron en Balaídos

Empieza la Liga para el Real Madrid. La tercera vez que Zidane se sienta en el banquillo blanco en la primera jornada. El calendario ha querido que el debut liguero sea una de las salidas más complicadas de la temporada. Un campo en el que el Real Madrid ha dejado exhibiciones recientes, como la de Benzema en el 2-4 del año pasado, pero en el que, en sus dos últimos dobletes, se despidieron de la posibilidad del triplete.

Jornada 37 Temporada 2013-2014 Celta 2-0 Real Madrid

Fue la Liga que acabó ganando el Atlético. El Real Madrid de Ancelotti terminó con la sequía europea levantando la Champions en Lisboa, ante sus vecinos rojiblancos, dos semanas después de esta derrota. Seis días más tarde del traspiés en Vigo también coseguiría la Copa del Rey en Mestalla con aquel golazo de Bale.

Fue una gran temporada para el conjunto blanco, tanto en juego como en títulos, pero un mal día en Balaídos hizo que la posibilidad del triplete se desvaneciese. Un empate en Valladolid y otra igualada en casa ante el Valencia, con un golazo de Cristiano de espuela, hacían al Madrid depender del Atlético, que también pinchó ante Levante y el Málaga (que se jugó simultáneamente al partido de Balaídos).

Ancelotti se vio obligado a dar descanso a sus jugadores, consciente de que la Liga estaba muy difícil, ante las dos finales que se avecinaban. El Madrid jugó con Diego López; Arbeloa, Nacho, Ramos, Marcelo; Xabi Alonso, Khedira ), Casemiro ; Modric, Morata e Isco y entraron de refresco Coentrao, Illarra y William José.

No pudo ser y un Celta más inspirado de cara el gol, con Luis Enrique en el banquillo, acababa con las esperanzas blancas a la Liga, lo que con la consecución del título europeo y copero hubiera significado el triplete.

Vuelta Cuartos de final Copa 2017: Celta 2-2 Real Madrid

Fue un partido en el que a pesar de no conseguir la clasificación, el Real Madrid de Zidane mostró que era un equipo capaz de pelear por todo. Acabó la temporada ganando la Liga y la Duodécima, en una de las mejores campañas en cuanto a juego y resultados de los últimos años.

La eliminatoria se complicó en el Bernabéu. El Real Madrid perdió 1-2 y la vuelta en Balaídos parecía una misión imposible. Al mal resultado y el rival se le unió una defensa en cuadro, con las lesiones de Marcelo, Varane, Pepe y Carvajal, que obligó a Zidane a poner a Casemiro como pareja de Sergio Ramos.

El Real Madrid encerró al Celta en la primera parte. Las ocasiones se sucedían, pero el gol no llegó. En una contra, Casilla detuvo un mano a mano que rebotó en Danilo y supuso el 1-0 celeste. Cristiano logró empatar con una gran falta directa y con el Madrid volcado, a falta de cinco minutos, Wass remataba un contragolpe letal. No se rindió el equipo de Zidane, que empató en el 90 gracias a Lucas Vázquez, pero ya era demasiado tarde.

Esa eliminación supuso un punto de inflexión para un equipo que ganaría prácticamente todos los partidos después de ese choque y levantó aquel año Liga y Champions.