Costa, un cabezón

La cabezonería de Diego Costa, el no hacer un guiño al Chelsea, como así le había recomendado el consejero delgado del Atlético Miguel Ángel Gil Marín, ha sido el mayor obstáculo para que el jugador no pertenezca en estos momentos a la plantilla del Cholo Simeone. Pero el de Lagarto sigue siendo el mayor objetivo de los rojiblancos, ahora definitivamente para el mercado de invierno. Creo que ya no fallará el 1 de enero con toda la maquinaria que tienen preparada en el club colchonero.

Pachangas

En lo económico, el dinero para hacer frente al fichaje está preparado. En lo deportivo, es el gran deseo de toda la familia rojiblanca, que añora su vuelta. La afición recuerda con nostalgia y devoción que con sus goles se consiguieron títulos muy importantes, como la Supercopa de Europa, la Copa del Rey o la Liga. Si hubiese hecho caso a los consejos no sólo de Gil Marín sino también de Jorge Mendes, su representante, ahora Diego estaría en la misma situación que Vitolo, con una cesión deportiva que daría tranquilidad a todas las partes. Así se le podría ver en activo de una manera más profesional y no como ahora, que no está dando el ejemplo más apropiado de un futbolista que quiere seguir en la élite del futbol mundial, como hemos podido ver en las imágenes que ha emitido esta semana «El Chiringuito de Jugones», en pachangas y comiendo con sus amigos.

Un volcán

Pero ahora, en términos de importancia, prima solucionar y solventar las inconveniencias que están surgiendo con el nuevo estadio y que el Wanda Metropolitano pueda estar el 16 de septiembre listo para su puesta de largo, a ser posible con el retorno de Diego. El nerviosismo del «volcán Costa», que hasta podría perderse el Mundial de Rusia con España, espero que no haga volar por los aires toda esta ilusión colectiva en el Atlético.