El «crack» portugués está que asusta

El Madrid buscó desde el primer momento el triunfo ante el Girona tanto para mantener su tercera plaza, como para subirse ya a la espalda del Atlético e intentar arrebatarle en el esprint final el segundo puesto después de que los rojiblancos pinchasen en Villarreal. El equipo salió enchufado hacia la portería de Bono y disfrutó pronto de varias ocasiones de gol, hasta que en el minuto 10 apareció el de siempre, Cristiano Ronaldo, con un gol, marca de la casa, que hacía justicia a lo que estaba sucediendo sobre el terreno de juego.

Muy fino. Sin embargo, en una falta lateral, Stuani, de un gran testarazo, enfrió los ánimos antes de llegarse al descanso, subiendo el 1-1 en el marcador y acreditando la buena temporada del Girona. Pero el Madrid de las últimas semanas es otro equipo y en la segunda parte salió decidido a dar la vuelta a la situación. Y de nuevo surgió la figura de Cristiano con su segundo tanto, que volvía a poner a los blancos por delante en el marcador. El portugués, pese a su baja anotación en el primer cuarto del campeonato también por los cinco partidos de sanción injusta que sufrió, y por los descansos que pacta con Zidane, está ahora muy fino, hizo el «hat trick». Y luego marcó el cuarto.

La gran pelea. Lo de este futbolista es de otro planeta. Le veo con la misma ambición de siempre, y muy rápido, potente. La Champions le pone y ya también está demoledor en la Liga. Está que asusta. Su pelea otra vez con Messi es histórica. Digna de los jugadores que se disputan el liderazgo mundial. La Champions ha marcado ese pleito a favor del portugués en los últimos años y podemos asistir en este final de temporada a otro duelo épico. Lo que tendrá que corregir el Madrid son los ajustes defensivos.