En el mundo del fútbol, pasar de la miseria a la gloria y viceversa es muy habitual. Una experiencia que ha vivido el portero del Sevilla, Sergio Rico, después de no haber tenido mucha fortuna en los últimos partidos y de ser muy cuestionado por su afición. Pero el portero se convirtió en la figura de su equipo contra el Girona, con varias actuaciones determinantes y parando un penalti decisivo con 0-0 en el marcador, que le sirvió para escuchar cómo todo el Sánchez Pizjuán coreaba su nombre señalándole como el gran artífice del triunfo.

Canterano

Nadie puede negar el amor que tiene Sergio Rico por los colores que defiende desde los doce años. Y más tras haber pasado por todas las categorías del club. Así ha llegado a convertirse en uno de los futbolistas más valorados de la plantilla. Esta jornada ha sido un héroe para su equipo, pero su sencillez personal y profesional le hacen ver siempre las cosas con tranquilidad, aunque le avalan dos títulos de Liga Europa que ha ganado con ese escudo, que es el suyo del alma.

Objetivos

En estos momentos, Sergio se ha encontrado con un entrenador que ha confiado en él al ciento por ciento incluso cuando las cosas no le han salido del todo bien y teniendo que escuchar voces para que lo mandara al banquillo. Montella se ha mantenido firme y ha acertado. Ahora el guardameta sabe que tiene que seguir luchando por lograr objetivos importantes con su club, como la final de Copa ante el Barcelona, y llegar a cuartos de Champions si es capaz de eliminar la poderoso United de Mourinho. Y también tiene tiempo para luchar con Reina y con Kepa para estar en la lista de Lopetegui para el Mundial. A ver si desde ayer sigue la racha de días de vino y rosas para Sergio.