F. C. Barcelona
La asamblea retrata a Bartomeu
No hay órgano más importante de gobierno en el Fútbol Club Barcelona que su Asamblea de Compromisarios. Pero al presidente Josep María Bartomeu se le ha olvidado. Pensó que con los socios podía hacer lo que quisiera y se equivocó gravemente. La del pasado fin de semana pasará a la historia como la Asamblea de la vergüenza.
El escudo se vota Inaudito. Bartomeu creía que algo tan importante como el escudo del club podía cambiarse y hacer desaparecer sus letras sin que nadie dijera nada. Los socios han entendido que tras la nueva propuesta sólo hay un interés comercial y se rebelaron porque tampoco nadie les había informado previamente de los motivos y ventajas del cambio. Pidieron someter algo tan simbólico y a su vez tan importante a una votación general, que incluyera a toda la masa social, y se quedaron sin votar ni siquiera los compromisarios. Ocurrió algó insólito, se retiró una votación cuando Bartomeu vio que iba a perderla. Y los compromisarios estallaron: «¡Queremos votar, queremos votar!». Qué imagen, qué bochorno.
No a la deuda La cosa no acaba aquí. Los compromisarios se negaron a que el club azulgrana se endeude más de la cuenta para proyectos que tampoco se explicaron demasiado bien. Las caras de algunos directivos eran un auténtico poema. Así se darán cuenta algunos de que con la Asamblea no se juega. Se ha demostrado que los compromisarios ya no le pasan ni una a Bartomeu. Retrataron al presidente y lo peor de todo es que seguramente le dará igual. Ya no volverá a presentarse a la presidencia. Pero esto es un aviso muy, muy serio: con el club no se puede hacer lo que uno quiere y hay que pensar más en los socios. Creían que podrían hacer lo que quisieran en la entidad sin dar explicaciones de ningún tipo y les han pintado la cara. Que sirva de ejemplo.
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