Fútbol

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La épica de Godín y la plaga de bajas

La épica de Godín y la plaga de bajas
La épica de Godín y la plaga de bajaslarazon

El fútbol nos apasiona porque hace aflorar sentimientos, porque no sólo es un deporte, porque, a veces, donde no llega el juego se llega derrochando coraje y corazón. Si ese increíble Atlético-Athletic hubiese que analizarlo desde la frialdad de un partido de fútbol diríamos que los leones (que están muy a la baja) asustaron a los colchoneros y que los de Simeone no jugaron un pimiento, sobre todo en una primera parte en verdad insufrible.

Pero las leyendas de pasión se forjan también tirando de épica, con héroes. Pongamos que hablo de Diego Godín, el capitán, que hizo el «gol del cojo» previo suspense con el VAR. Llegaba el Atlético metido en una más que preocupante plaga de lesiones que da que pensar, para hacerle una radiografía al equipo. Y con cinco bajas (Giménez, Savic, Lucas, Koke y Lemar), más Godín y Costa recién salidos de la enfermería. Lo del delantero, por cierto, es inquietante: lento, sin frescura, protestón, pero manso, sin sitio y con una sequía que espanta.

El Athletic manejó el balón y se puso dos veces por delante, aunque Thomas y Rodrigo lo fueron arreglando con sus goles hasta que llegó el minuto 92 y apareció el héroe. Sin fútbol ni equilibrio, esta vez se la jugó el Cholo con Vitolo, con Gelson, con Kalinic y dejando atrás de centrales a Thomas y Saúl para que Godín se quedara arriba cojo, de «palomero». Y el capitán uruguayo cazó el 3-2 para seguir entrando en el santoral rojiblanco... y otra vez en el servicio de urgencias médico (igual tiene para un mes y se perderá el duelo con el Barça). Así que volvamos a la pasión, al sentimiento. Ya lo dijo el mítico entrenador Bill Shankly: «Algunos creen que el fútbol es solo una cuestión de vida o muerte, pero es algo mucho más importante que eso». Eso también es el Atlético.