Crisis
Ayuso y Carlos Rodríguez luchan contra el hundimiento del ciclismo español
Alejandro Valverde, con 42 años, sigue siendo el mejor ciclista español en el ranking de la UCI. Luisle fue el primer clasificado en el Tour con 38 años. El relevo no acaba de llegar
El ciclismo español sigue viviendo del recuerdo de aquellos años gloriosos de la primera década del siglo. De los Mundiales de Freire, de los cuatro Tours consecutivos que ganaron entre Pereiro, Sastre y Alberto Contador y del oro olímpico de Samuel Sánchez.
Alejandro Valverde es el único superviviente de aquella generación. En su última temporada como profesional y con 42 años cumplidos es el primer español clasificado en el ranking de la UCI en el puesto 14. Para encontrar al siguiente hay que llegar al puesto 37 que ocupa Pello Bilbao. Otro veterano de 32 años.
La crisis del ciclismo español se hizo evidente en el Tour, donde sólo había nueve corredores españoles y ninguno con opciones reales de ganar la carrera. Enric Mas llegaba con la idea de pisar el podio, pero se retiró en los últimos días después de dar positivo por covid y de un Tour decepcionante. Y el español mejor clasificado acabó siendo el casi cuarentón Luis León Sánchez, en el decimocuarto puesto y a casi 50 minutos de Vingegaard.
39 años cumplirá Luisle en noviembre. Una cifra que no habla bien del futuro del ciclismo español. El murciano cimentó su buena clasificación a base de meterse en las fugas, pero no pudo conseguir ninguna victoria. «Ya no tengo la explosividad de antes», se lamentaba. Ha ganado cuatro etapas en el Tour, pero la última fue en 2012. Diez años han pasado ya. Porque el tiempo pasa y el ciclismo español ve cómo las victorias son para otros. Son cuatro años ya sin ningún triunfo de etapa en el Tour. Pero son siete ediciones ya de la Vuelta a España sin ninguna victoria española en la general. Mucho tendrían que cambiar las cosas o muy acertado debería estar Landa para que no se cumpliera la octava cuando la carrera española termine el próximo 11 de septiembre en Cibeles.
El último español en ganar la Vuelta fue Alberto Contador en 2014. Un año después ganó el Giro y esa fue la última vez que un español subió al primer escalón del podio en una grande.
Desde que se retiró Alberto en 2017, España se ha ilusionado con las promesas incumplidas de Mikel Landa y de Enric Mas, pero han estado muy lejos de ser el relevo que merecía aquella generación de oro a la que habría que añadir también a Purito. No ganó una grande, pero estuvo en el podio de todas y se impuso en varias clásicas, otro terreno vedado ahora para los españoles.
El relevo está en las piernas de Juan Ayuso y de Carlos Rodríguez. Ilusionan por su calidad y por el vacío que hay delante. Pero poco a poco van confirmando que se puede confiar en ellos. No todos los ciclistas pueden tener la precocidad de Pogacar o de Evenepoel, pero el quinto puesto de Carlos Rodríguez en la Clásica de San Sebastián es un paso adelante. Durante muchos kilómetros él y su compañero Sivakov fueron la única amenaza para el triunfo de Evenepoel. Si es que alguien era capaz de amenazarlo. El triunfo de Ayuso en el circuito de Getxo es la confirmación de que algo bueno está por venir.
«No ganó el Tour del Porvenir por pocos segundos, pero me quedo con las carreras que ha hecho para sus líderes. En el Ineos confían en él y saben lo que tienen, le harán crecer», decía el seleccionador español, Pascual Momparler, de Carlos Rodríguez a principios de temporada. «Rodríguez es un fondista nato, tiene mucha técnica y le van bien las carreras de sterrato y pavés, sabe defenderse bien en pistas de tierra y sobre adoquines», añadía.
En los adoquines debía haber explotado Iván García Cortina, pero desde su llegada a Movistar todo han sido pasos atrás.
«Es un corredor con chispa y tiene la agresividad de un ganador. Además sabe estar en carrera, da confianza, algo que muy pocos corredores tienen. Junto a Rodríguez podemos hablar de dos súper cracks. Será capaz de hacer lo que quiera», asegura Momparler de Ayuso.
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