Giro de Italia
Esto solo pasa en el Giro
Alberto Contador pierde la maglia rosa en una caída masiva a 3.1 km de la meta que le golpea la pierna. Aru, nuevo líder, saldrá hoy el último en la crono
Alberto Contador pierde la maglia rosa en una caída masiva a 3.1 km de la meta que le golpea la pierna. Aru, nuevo líder, saldrá hoy el último en la crono
Por loca, por desordenada y caótica, por confusa y anárquica, el Giro de Italia siempre es la carrera más bella y pasional que existe en el calendario ciclista. Cada día esconde una sorpresa, un vuelco inesperado. Un desfallecimiento o una caída. Las carreteras transalpinas, estrechas y bacheadas esconden una trampa tras cada curva. Sobrevivir, llegar a la meta es ya un logro. Solo así se explica que en este vibrante Giro al que todavía la alta montaña ni siquiera ha asomado y ya se han visto rostros de desgaste y señales de sufrimiento, pelotones reducidos a 20 unidades en muchas de las metas, las jornadas sobre el papel intrascendentes han acabado siendo las que han marcado la carrera.
La última, después del sprint en Castiglione de la sexta etapa donde Contador se dislocó el hombro y el pinchazo que le costó a Porte más de dos minutos en la llegada masiva de Forli fue ayer. Otra ‘volata’, ésta para Sacha Modolo, lo que menos importó al final de una extenuante jornada bajo el agua que despertó al aficionado de la siesta en los últimos tres kilómetros. Bueno, un poco antes. A 3.100 metros. El límite en la orden reglamentaria que recoge el código UCI en las llegadas masivas para no restar tiempo en la clasificación general a los corredores implicados en posibles caídas. Todo ciclista que caiga en los últimos tres kilómetros, sea el que sea el tiempo que tarde en entrar en meta, tendrá el mismo que el ganador y el resto del pelotón. Pero no cien metros más allá.
Fue cuando sobrevino la mala suerte para Contador. Un ciclista del Lotto-Jumbo arrolló a otro. La montonera fue cuestión de segundos. Allí quedó atrapada la maglia rosa. Caído y enmarañado en un sinfín de ruedas, radios, bicis y frenos. Contador notó un fuerte pinchazo en la pierna izquierda. Dolor. Se había clavado los platos de alguna otra bicicleta que yacía junto a su dueño en el suelo. Pero al instante ni se inmutó. “He intentado antes de mirarme nada recuperar lo antes posible una bicicleta para poder llegar a meta”. Sin pensarlo, agarró la de Tossatto, gigante y corpulento, ni lo pensó. Se subió a ella y a pedalear a muerte hasta la meta.
Cuarenta segundos antes, casi junto a Modolo, había llegado Fabio Aru. Los jueces no tardaron en dictaminar que, como en el caso de Porte y su sanción de dos minutos, “quizá excesivos”, dijo el jueves el presidente de la UCI Brian Cookson, las normas son las normas. Y con el reglamento en la mano, la caída se había producido cien metros más lejos de la zona protegida. Lo que, unido al retraso de Contador, deja a Aru como nuevo líder del Giro de Italia por 19 segundos y le permitirá por tanto tomar hoy la salida detrás del madrileño e ir conociendo todas sus referencias en la temida y tan hablada crono de 59 kilómetros entre Treviso y Valdobbiadene. Es la primera vez en su carrera profesional que Contador pierde un jersey de líder en una grande.
Peor fue el latigazo que sufrió Richie Porte. Éste no es su Giro. Involucrado como Contador en la caída, el tasmano aprendió la lección y no dejó que nadie le auxiliara. Cogió la bicicleta de Kiryenka, pero era tan grande que no llegaba a sentarse en el sillín el pequeño de Porte. Acabó dejándose dos minutos y ocho segundos. Porte era el gran favorito para la crono de hoy, la gran amenaza de Contador y cada día se diluye más en la general. Ya es 17º, a 5’25 del nuevo líder Aru y suplicando que este martirio de Giro termine de una vez.
“Lo que más me preocupa es el golpe en la pierna”
Con gesto serio y cara de pocos amigos, Alberto Contador entró en meta directo al autobús del Tinkoff-Saxo. Por primera vez en ocho días el madrileño no pasó por el podium para recoger la maglia rosa que había perdido a favor de Fabio Aru. “La pérdida no es demasiado aunque cuesta mucho recuperar esos segundos”, reconocía. “Lo que más preocupa es el golpe en la pierna izquierda porque al parecer me he clavado los platos o algo de otra bicicleta, es lo que más me puede perjudicar”, lamentaba. “El problema es cuando tienes una cada día es que automáticamente te pones muy rígido en posición de defensa y eso hace que el cuerpo se resienta entero, no solo mañana sino los días siguientes. Y también está el golpe en el hombro”.
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