Tour

Pogacar golpea primero y Lampaert estrena el amarillo

El esloveno empieza a distanciar a sus rivales y el belga se alza gana la crono de Copenhague

Tadej Pogacar fue el mejor entre los favoritos en la crono de Copenhague
Tadej Pogacar fue el mejor entre los favoritos en la crono de CopenhagueLiselotte SabroeAgencia EFE

Desde el primer día y, encima, con la sensación de haberse guardado varios cartuchos. Tadej Pogacar ha dado ya un golpe al Tour. Al menos, desde el punto de vista psicológico. Que también cuenta. El vigente campeón fue el mejor de los candidatos a la victoria, por lo que comienza a distanciar a sus rivales en una etapa que se disputó bajo la lluvia… pero no como se esperaba. El ardid de los equipos no tuvo efecto. El agua se adelantó y, cuando el primer corredor tomó la salida, la carretera presentaba un estado crítico. Húmeda, pero todavía sucia por esa primera descarga recién caída. Así que, desde el inicio, el riesgo de irse al suelo fue real -que se lo digan a Bissiger, que terminó con las rodillas hechas polvo, o a Laporte, que se fue al suelo cuando llevaba el mejor tiempo- y todos los favoritos salieron ya en mojado. Las imágenes mostraban a un Pogacar que no trazaba las curvas con el nivel de riesgo y ansiedad que sí se apreciaba en sus rivales. Con una presencia mucho más serena y segura, el bicampeón del Tour consiguió no obstante superar al resto de aspirantes y sacar ocho segundos a Vingegaard y nueve a Roglic, ahora sus perseguidores más inmediatos. Además, tuvo hasta el “acierto” de ser el mejor de los favoritos, pero no el vencedor de la etapa. Por tanto, su equipo no tendrá que asumir responsabilidades en el pelotón porque no llevará el maillot amarillo. Ese deber va a recaer sobre el Deceuninck-QuickStep, que empieza con victoria para olvidar un poco más rápido la ausencia de Alaphilippe.

Suele ser común, en este tipo de etapas, que el vencedor sea un especialista de la contrarreloj y que su victoria pase a un segundo plano ante esas primeras referencias entre los favoritos al triunfo final en París. Pero Yves Lampaert ha vuelto a demostrar que es uno de los hombres más fiables en este tipo de distancias. Salió ya sin lluvia, aunque con la carretera hecha todavía una piscina. Y, como ocurrió con casi todos los candidatos, voló literalmente en la segunda mitad batiendo a un Van Aert que no obstante da un primer paso para su objetivo del maillot verde de la regularidad. Lampaert fue la cara feliz de la tarde junto a Pogacar. Por el contrario, en Jumbo-Visma tienen ahora un importante dilema. Si ya había interrogantes con la más que posible disputa de galones entre Primoz Roglic y Jonas Vingegaard, la contrarreloj de Copenhague ha aumentado las incógnitas en lugar de despejarlas. Porque el danés fue el mejor de los dos por un suspiro. Exactamente 25 centésimas. Pero que ambos hayan calcado tiempos en una etapa como ésta, que en teoría beneficiaba a Roglic, habla muy bien del estado de forma de Vingegaard. Para el equipo significa, por un lado, ver tambalearse un poco el orden de roles anterior a la salida. Por otro, también puede ser una ventana de oportunidad si aprovechan sus superioridades en la montaña. Ahora mismo tienen al segundo y al tercero más fuerte de los favoritos.

Mas, a 49 segundos de Pogacar

No fue el mejor comienzo para Enric Mas. El líder del Movistar se dejaba en meta 40 segundos con Roglic, que luego serían 49 con Pogaçar. El balear salió también con la lluvia en su máximo apogeo y fue de los más discretos entre los favoritos. Sólo Ben O’Connor, Pinot y “Rigo” Urán estuvieron por detrás. La buena noticia es que tanto él como todos sus compañeros de equipo lograron salvar la etapa sin contratiempos. Como deberá hacer hoy evitando caídas, ya que se prevé la primera llegada masiva en Nyborg tras 205 kilómetros prácticamente planos. Pero cuidado, porque el viento puede dar muchos sustos en estas tierras.