Juegos Olímpicos

El consejo de Ana Peleteiro para las más jóvenes: "Que no tengan miedo a no gustar a todo el mundo"

La atleta y Saúl Craviotto, que en París puede convertirse en el deportista español con más medallas olímpicas, reflexionan sobre salud mental y hablan de su preparación a un mes de los Juegos

Ana Peleteiro and Saul Craviotto attends during an act of Bridgestone and COE with Saul Craviotto and Ana Peleteiro at COE headquarters on June 25, 2024 in Madrid, Spain. AFP7 25/06/2024 ONLY FOR USE IN SPAIN
Ana Peleteiro y Saúl Craviotto, embajadores de Bridgestone, en la sede del COEAFP7 vía Europa PressEuropa Press

Los Juegos Olímpicos de París están ya aquí. Falta sólo un mes para la ceremonia inaugural (el 26 de julio) y los deportistas apuran su preparación. Deportistas como el palista Saúl Craviotto y la atleta Ana Peleteiro, que además son embajadores de Bridgestone, la marca de neumáticos que estará muy presente en la capital de Francia ya que equipará a más de 1.000 vehículos oficiales, coches, autobuses y motos, además de poner en circulación más de 600 bicicletas en la Villa Olímpica para que puedan usarla los deportistas, por ejemplo, para ir a las sedes si están cerca.

Los dos comparecieron en un acto celebrado en el COE en el que hablaron con Álex Corretja, el maestro de ceremonias, sobre cómo apuran su puesta a punto. Para Ana Peleteiro, haber ganado el último Europeo le “ayuda mucho”. “La presión me viene bien, me da confianza, porque vengo de donde vengo, de una maternidad”. La triplista espera ya que pasen rápido estos días para que llegue la gran cita. “Se hacen largos”, asegura Craviotto que, pese a todo, afirma estar tranquilo ante una cita en la que puede convertirse en el deportista español con más medallas olímpicas, seis (ahora está empatado a cinco con David Cal). “La puesta a punto la estamos llevando muy bien. Sé lo que es ganar pero también perder. En la última Copa del Mundo fuimos terceros, nos quedamos a un palmo de la plata y a dos del oro... Pero también un palmo por delante del cuarto”, explicó.

"He aprendido a bajar las expectativas, pero no la ambición"

SAÚL CRAVIOTTO

Los dos deportistas charlaron sobre salud mental y sobre cómo en el deporte de élite la cabeza suele ser más importante que lo demás. “Yo me apoyo mucho en el coaching mental. Siempre he sido buena competidora, pero en los últimos años doy un plus que me sorprendo a mí misma, soy mi mejor versión, incluso mejor que en mis mejores entrenamientos. El físico es más la preparación, pero en la competición el trabajo físico ya está hecho, lo que vas a hacer allí son pinceladas... Y allí la cabeza es un 90 por ciento”, opina Peleteiro. “Para el rendimiento físico es básico tener una salud mental saneada, para gestionar la situación y los nervios. Pero no sólo para el rendimiento, sino para la vida en general, para ser felices, que es nuestro objetivo personal”, completa Craviotto, que habla de la experiencia como otro elemento a su favor. “Lo bueno de tener mis años es la experiencia... Yo después de los Juegos de Río pensé que lo sabía todo, pero de Río a Tokio aprendí cosas y de Tokio hasta aquí también. Ahora he aprendido a bajar las expectativas, pero no la ambición. Cuando uno da el cien por cien no se puede reprochar nada. La gente se presiona en exceso. Tu das el máximo y si consigues medalla bien y si no, cabeza bien alta”.

"Visualicé tantas veces la medalla de Tokio que cuando la gané pensé: 'Yo ya he estado aquí en otra vida'"

ANA PELETEIRO

“Yo hago visualización”, sigue hablando de entrenamiento mental la atleta. “Da un poco de miedo cuando estás en el sitio, decir como que ya he estado aquí. Tengo una anécdota de Tokio. Mentalmente al hacer la maleta me veía en el estadio, ganando la medalla... Lo visualicé tantas veces que cuando pasó pensé: 'Yo ya he estado aquí en otra vida'. Era todo exactamente igual. Tenía la sensación de que estaba en una simulación y de que alguien me iban a desconectar. Fue el momento más importante de mi vida y fue como vivirlo dos veces”, admite. “Simular una final olímpica jamás lo voy a poder simular. Allí están las cámaras, te juegas la medalla, becas... Hay que saber competirla, pero nadie te prepara, aunque sí hay herramientas. Cuando estoy relajado es cuando peor me ha ido y si estoy acorralado y presionado es cuando mejor me ha ido. Los segundos antes de que baje el cepo, es más cabeza que físico. Salir con determinación, creer en ti, y cuando llegas a meta mirar para un lado y para otro, y a ver en qué puesto he quedado. No se puede pensar mucho”, añade Craviotto.

Peleteiro y la maternidad

Peleteiro admite que la maternidad le ha cambiado. “Me ha hecho mejor deportista y persona. Me ha ayudado a valorar más el deporte que hago. Ahora tengo ambiciones diferentes”, reconoce. Y cuando le preguntan que qué consejo daría a las jóvenes, responde: “Que no tengan miedo a tener carácter, que no tengan miedo a no gustar a todo el mundo. Que luchen, que si quieren ser doctoras que vayan a por ello, que si quieren ser deportistas que luchen por ese deporte, por mucho que les digan que por ser mujer no. El atletismo hace 50 años no era lo que es. El fútbol hace 10 no era lo que es...”.

El sueño de Craviotto es “la medalla más importante, que va a ser la de París”. “Para mí van a ser unos Juegos mágicos, van a ser especiales, en familia, que a Tokio no pudieron ir... Me tocó ser abanderado saludando a la grada, que no había nadie. Me visualizo yendo a la grada, abrazándolos... Ya me lo estoy imaginando”, afirma. Mientras, Peleteiro pide “salud” hasta que empiece la competición: “Del resto me encargo yo”.