Real Madrid

Cuenta atrás para decidir el futuro de Bale

El galés no cuenta para Zidane. El club le sigue buscando una salida a horas de que cierre el mercado de la Premier donde todavía conserva buen cartel

Gareth Bale, durante la gira americana del Real Madrid / Reuters
Gareth Bale, durante la gira americana del Real Madrid / Reuterslarazon

El galés no cuenta para Zidane. El club le sigue buscando una salida a horas de que cierre el mercado de la Premier donde todavía conserva buen cartel

Gareth Bale llegó al Real Madrid en el verano del 2013 a cambio de 91 millones de euros. Seis años después el club blanco no encuentra una salida para un jugador que nunca ha llegado a adaptarse al equipo merengue.

Zidane ya lo ha dejado claro, no lo quiere en su equipo. El entrenador francés ha presenciado desde el banquillo los mejores momentos del jugador de Cardiff en el club. Como segundo entrenador, en 2014, asistió al gol que le dio la Copa del Rey al Real Madrid ante el Barcelona tras una galopada espectacular. Ese mismo año, Bale rompía el empate en la final de Lisboa y allanaba el camino hacia la Décima. Más tarde Zidane cerraría su primera etapa como técnico blanco en Kiev, con la consecución de su tercera Champions consecutiva, en un día en el que el delantero galés anotó dos goles que resultaron decisivos. A pesar de estos momentos históricos, Zidane ha expresado, tanto públicamente como en privado, que no cuenta con el británico para esta temporada.

El club lleva meses buscándole una salida y el tiempo se le está acabando. Parecía que el primer destino de Bale estaba en China, pero su teórico fichaje por el Jiangsu de la Superliga china resultó ser una broma de mal gusto que el Madrid cortó de raíz. La intención del equipo asiático era llevarse al jugador a coste cero, hecho que no convencía al club blanco, que espera sacar no menos de 60 millones por su delantero. No sólo eso, sino que empezó a correr el rumor de que los dueños del equipo querían utilizar la escuadra china como puente para que finalmente el galés acabara en el conjunto italiano del Inter de Milán.

Se cerró el mercado en China y Bale seguía siendo blanco. La actitud de su representante, Jonathan Barnett, no ayuda a la salida del jugador, que quiere quedarse en Madrid. Mientras el futbolista y su representante mantienen un pulso con el club, el Real Madrid se centra en buscar un comprador en la Premier. Una competición en la que los quince millones de ficha que tiene Bale no sería un inconveniente.

Las dos escuadras que suenan más fuertes como destino del once madridista son el Manchester United y su exequipo, el Tottenham. Sin embargo desde Chamartín se encuentran con un nuevo problema, el mercado de la liga inglesa cierra mañana a las seis de la tarde.

Parece muy complicado que el club blanco consiga llegar a un acuerdo con United o Tottenham en lo que queda de mercado. Sin embargo ambos equipos tienen jugadores que interesan a Zidane. Pogba, principal petición del técnico francés, juega para los «red devils», mientras que en el conjunto dirigido por Pochettino, Eriksen también ha sonado para el club blanco.

Zidane le ha mandado ya demasiados mensajes a Bale. No le puso en su último partido de Liga ante el Betis para que se despidiera del Bernabéu y tampoco lo convocó para la pasada Audi Cup. Y, sutilezas aparte, declaró en conferencia de prensa que cuanto antes se marchara, mejor para todos.

De no irse a la Premier, la siguiente fecha límite para el Real Madrid sería el 2 de septiembre, cuando cierran los mercados de Alemania, Italia y Francia. A pesar de que ha habido interés por parte de Bayern o Milan, Bale preferiría volver a Inglaterra. El equipo disputa hoy un nuevo amistoso en Salzburgo (19:00, RealMadridTV) y el galés ya se quedó en Madrid en el anterior viaje a Múnich.