Ciclismo
En diez minutos puedes evitar la muerte súbita en la Titan Desert
Óscar Pereiro y el cardiólogo Juan Mari Irigoyen explican la necesidad de tomar precauciones antes de participar en carreras como la Titan Desert
"He participado en la Titan Desert y todo el mundo tiene en la cabeza que es la carrera más dura del mundo, pero no deja de ser una prueba deportiva y te puede pasar allí o te puede pasar en otro lado. Lleva 14 ediciones y nunca ha pasado eso. Es la puñeta de que te ha tocado y ya está. No le busco más explicaciones", reflexiona Óscar Pereiro después de la muerte del ciclista español Fernando Civera en la carrera del desierto.
"Tampoco creo que sea responsabilidad de la propia carrera. Ha tenido la mala suerte de que sucediera allí. Están pasando en carreras populares de atletismo, en partidos de fútbol de veteranos o de chavales. Cuando uno se enfrenta a un reto como la Titan Desert siempre sabe que un riesgo puede tener, no sólo un fallo cardiaco, una caída, chocarse con una piedra. Salir en bicicleta, evidentemente, no es como estar en el sofá de casa. Siempre tiene un riesgo", asegura el ganador del Tour de 2006.
No parece que sea el caso de Civera, pero la mala suerte, en ocasiones, puede reducirse al mínimo. "La gente es muy valiente. Veo algunos que por su trabajo o por lo que sea no tiene el tiempo suficiente para preparar una carrera de este tipo. El ser humano comete muchísimas locuras. Para afrontar carreras como la Titan Desert o una maratón debería ser obligatorio hacerse diferentes pruebas, por lo menos para prevenir", dice Pereiro. "Aunque a veces ni eso te soluciona el problema. Hay mucha gente con sobrepeso, que no hace absolutamente nada y de repente se pone a hacer deporte y a participar en pruebas de máximo nivel. Quizá una de las soluciones sea establecer controles obligatorios por parte de las federaciones o por parte de las organizaciones de pruebas de este tipo, incluir en la inscripción equis euros que cueste esta prueba y que sin ella no tengan derecho a dorsal", dice.
Pereiro tiene la experiencia del ciclismo desde dentro y de las carreras en las que participa ahora, con veteranos y amateurs. Juan Mari Irigoyen vivió el ciclismo durante más de 30 años como médico de la Vuelta y, además, es cardiólogo. "Por encima de los 35 años la mayoría de las muertes súbitas se producen por enfermedad coronaria, lo lógico es pensar en muerte súbita por un infarto. Pero hay otras causas, la miocardopatía hipertrófica obstructiva, por ejemplo, que es una enfermedad congénita", explica. Su apuesta también es la prevención. "En los últimos estudios sobre la muerte súbita en deportistas se habla de que siempre hay que hacer por lo menos una historia clínica, una exploración física, que es la auscultación, y un electrocardiograma. Con eso, que es una cosa que se tarda diez minutos, se evitarían muchas muertes súbitas. Con la auscultación, por ejemplo, puedes encontrar un soplo, que te ayuda a descartar algunas enfermedades cardiacas y en el electrocardiograma puedes encontrar alguna alteración que te haga sospechar que haya una enfermedad coronaria", asegura.
Con esos datos, el siguiente paso es hacer una prueba de esfuerzo. "Y si esa prueba de esfuerzo es normal lo dejas seguir. Si hay alguna anomalía tienes que hacer pruebas más específicas. Pero con esas tres cosas puedes descartar muchísimas causas que puedan provocar una muerte súbita", explica Irigoyen. Si esas pruebas salen bien no sería necesaria la prueba de esfuerzo salvo que en esa historia clínica hubiera factores de riesgo. "Por ejemplo, el paciente te dice: soy fumador, soy diabético y tengo el colesterol alto. Y mi padre se murió de un infarto. Con esos factores de riesgo hay que hacer una prueba de esfuerzo porque son señales de alarma de que puedes encontrarte algo gordo", añade.
"¿Puede ocurrir una muerte súbita aun habiendo superado esas pruebas?", se pregunta Irigoyen. "Sí, pero no es lo habitual. Evitas la muerte súbita casi con total seguridad", responde. El problema es que en las carreras populares, por ejemplo, la exigencia de un certificado médico dispararía los costes de inscripción. Son pruebas que no cubre la Seguridad Social y el precio en una clínica privada puede estar entre los 200 o los 250 euros. "En Francia lo exigen, pero si lo pidieran aquí la mitad de la gente no se apuntaría y esas carreras también son un negocio", se lamenta.
El deporte profesional no está libre de la muerte súbita, aunque en los últimos años se ha reducido el número de casos. "En el deporte profesional a todos se les hacen esas pruebas y además una prueba de esfuerzo. Aunque en una prueba de esfuerzo también hay falsos negativos, son normales para el médico que lo ve y luego se puede encontrar alguna enfermedad coronaria que no se ha visto en la prueba de esfuerzo. Son muy escasos los muertos en el deporte profesional, pero son llamativos porque muchas veces es casi una muerte televisada en directo", afirma Irigoyen. "Pero una miocardopatía hipertrófica no la ves en una prueba de esfuerzo, eso se ve con una ecografía de corazón. A los deportistas profesionales sí se les hace", concluye.
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