FC Barcelona Regal

Decepción épica

Sorhaindo tuvo mucho trabajo en el pivote y no lució demasiado
Sorhaindo tuvo mucho trabajo en el pivote y no lució demasiadolarazon

Una final épica; un final triste. El Barça se quedó a las puertas de su novena Copa de Europa ante un Hamburgo que se alzó por primera vez con el cetro continental. Un enorme partido de balonmano que los azulgrana sólo controlaron durante la primera mitad. Luego tocó arremangarse y sufrir en vano, porque se ahogaron en la orilla. Dos veces tuvo perdida la final el Barcelona Intersport y por dos veces volvió a la vida. A la tercera, el corazón se paró y las caras de los jugadores se llenaron de lágrimas de rabia y pena. Gloria al campeón, nada para el finalista. Así es el deporte.

Xavi Pascual es uno de esos entrenadores a los que gusta preparar los partidos a conciencia. Nada más concluir la semifinal contra el Kielce, el técnico ya preparaba vídeos del Hamburgo para instruir a sus hombres. Imágenes de Duvnjak, de Hens o de Lijewski, pero seguramente ninguna de Michael Kraus, el héroe sorpresa de la final. Inédito ante el Kiel el sábado, el jugador alemán anotó ayer seis tantos, los primeros cinco sin fallo, y apareció en los peores momentos de su equipo.

El Barça controló muy bien los tiempos durante la primera media hora, con un enorme Saric (9/18), que dejó al Hamburgo en apenas 9 goles al descanso, menos de la mitad de los 19 que logró en la semifinal.

Pero tras la reanudación todo cambió. Bitter se agigantó en la portería alemana y sólo Rutenka era una amenaza. Víctor Tomàs le ayudó en lo que pudo, con acciones de raza, pero se echó en falta más aportación del resto. La respuesta de Pascual a la mejoría del rival fue meter a Sterbik en pista. Un revulsivo temporal, porque paró los tres primeros lanzamientos que recibió, pero luego se comprobó que el problema era otro. No había manera de romper la durísima defensa del Hamburgo, con un Vori que hizo lo que quiso, dentro y fuera de la ley.

A cinco minutos para el final, el Barça perdió por primera vez el partido. Encajó un parcial de 0-4 y se vio 20-24 abajo con muy poco margen de maniobra. Tiró de experiencia para igualar el marcador y hasta tuvo un último ataque para llevarse el título, una jugada pésimamente ejecutada por los de Pascual. En la prórroga, los azulgrana volvieron a verse contra las cuerdas. Dunvjak, con dos goles, y Kraus situaron el 26-28, pero volvió a reaccionar el Barça, hasta que Bitter se interpuso en su camino. Gurbindo y Juanín fallaron sin oposición y Rutenka no pudo hacer nada con el cronómetro a cero. Otra final que se le escapa al Barça de Pascual ante otro rival alemán. Deberes para el técnico.