Fútbol
Días decisivos
Desde que Sergio Ramos abandonó la convocatoria de la Selección por una microrrotura en el sóleo de la pierna derecha, está trabajando mañana y tarde en Valdebebas, bajo las manos del fisioterapeuta Pedro Chueca.
Desde que Sergio Ramos abandonó la convocatoria de la Selección por una microrrotura en el sóleo de la pierna derecha, está trabajando mañana y tarde en Valdebebas, bajo las manos del fisioterapeuta Pedro Chueca, y apura al máximo los tiempos de recuperación. Puede que no llegue al partido contra el Levante, pero no está dispuesto a perderse por nada del mundo los encuentros de la semana que viene, que van a marcar el futuro del Madrid: el grupo de Ancelotti se juega vivir con tranquilidad o que vuelvan los nervios que ya sintió al comienzo de la temporada.
Mientras el defensa se machacaba dentro de las instalaciones de la ciudad deportiva blanca, Arbeloa, Illarramendi o Nacho han tenido que entrenar algún día con los jugadores del filial, debido al vacío que los partidos internacionales dejaron en Valdebebas. Esta tarde se incorporan todos, probablemente también Khedira, con la convicción de que han llegado los primeros días decisivos de la temporada: antes de jugar contra el Barcelona, el miércoles disputa en Anfield, frente al Liverpool, el que es el compromiso más complicado de la fase de grupos de la «Champions». Hasta ahora, el Madrid no se ha medido a rivales de tanta entidad. Ambos duelos tienen que confirmar que ha encontrado el rumbo bueno.
No fueron unos comienzos fáciles para Ancelotti que, como la temporada pasada, pedía tiempo para que se acoplasen todos los futbolistas. Ronaldo necesitó tomarse un descanso durante un par de semanas para ponerse a punto. Sergio Ramos empezó con dudas y Kroos y James eran nuevos en el centro del campo, lo que afectó al funcionamiento de todo el equipo. «Este año tuvimos que acostumbrar a Kroos y James, que tiene características distintas a Di María porque tiene 10 kilos más pero es muy resistente. Kroos puede hacer de Xabi seguro», explicaba Ancelotti en la cadena Cope. Con dos cambios en esa zona del campo, el técnico necesitaba paciencia y una serie de partidos no trascendentales. Los tuvo: el Madrid ha goleado al Deportivo, al Elche, al Athletic y al Basilea y ha ganado al Villarreal y al Ludogorets. «Hemos tenido problemas en la pretemporada por el Mundial. No jugamos mucho en agosto y al principio hemos tenido problemas físicos. Ahora estamos físicamente muy bien y todos los jugadores están en buena forma», continuaba el italiano. Y ahora mismo, es un equipo que asusta. «El Real Madrid está muy fuerte, haciendo las cosas muy bien, y con una serie de goleadas, y eso siempre impone un poco más», decía Mariño, portero del Levante, el próximo rival blanco, a priori, el menos importante.
En septiembre, los jugadores internacionales del Madrid se fueron con sus selecciones después de haber perdido contra la Real Sociedad, en un choque que descubrió todo lo que le faltaba por trabajar a Ancelotti. Cuando volvieron, se jugó el derbi y no mejoró la situación. Desde esa derrota contra el Atlético, el 13 de septiembre, el equipo blanco fijó su objetivo en llegar al duelo contra el actual líder con todo aprendido y sin dudas.
Pasado el tiempo de aclimatación, en los tres encuentros siguientes necesita continuar con el ritmo de victorias para, además de sumar puntos, ser más fuerte en el plano mental. Necesita probarse ante el Barcelona para medir realmente sus fuerzas. Si alguna vez hizo pruebas esta temporada, Ancelotti va a llegar con todo claro. «Claro que pueden jugar, que van a jugar. Benzema, Bale, Cristiano y James. Bale se retrasa un poco más que Cristiano para que haya cuatro medios», dice el entrenador. Es el jugador colombiano a quien más sacrificio pide y él está dispuesto a sufrir.
Aunque quedan diez días y hay partidos entre medias, los dos equipos se vigilan desde la distancia, con la seguridad de que el duelo es decisivo por varias razones. Para el Real Madrid porque va a medir su nivel de confianza y puede dejarse parte de sus opciones ligueras; para los de Luis Enrique porque en el único duelo serio de la temporada, contra el PSG, fallaron. «Nunca se sabe, pero soy de los que piensan que las cosas pasan por algo y que si con los 19 equipos que hay, justo tengo que volver contra el Real Madrid en el Bernabéu, por algo será», asegura Luis Suárez en la revista del Barcelona.
La temporada pasada, el Madrid jugó contra el Barcelona en Liga después de acumular una racha de más de 30 partidos sin perder. Después perdió, al igual que había sucedido en el duelo de la primera vuelta. Los blancos se vengaron en la final de la Copa, pero esas dos derrotas escocieron. Por eso, Ancelotti ya piensa en cómo parar otra vez a Messi. «Se le puede bloquear si el equipo está compacto, si las líneas cerradas... El trabajo defensivo es problema de sacrificio, no de calidad».
Si no sucede nada raro este fin de semana (el Éibar es el rival del Barcelona), llegarán a su primer duelo de la temporada con cuatro puntos de ventaja para los de Luis Enrique. Una victoria azulgrana llevaría la ventaja a siete puntos. Una victoria del Madrid le acercaría al Barça, pero, sobre todo, sería el empujón definitivo para los planes de Carlo.
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