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Diego Costa o el principio del fin

Se niega a entrenar después de que el Atlético le abra un expediente por su expulsión en el Camp Nou tras insultar al árbitro

Diego Costa, durante un entrenamiento esta semana
Diego Costa, durante un entrenamiento esta semanalarazon

La situación de Diego Costa en el Atlético se va enredando cada vez más. El club le abrió un expediente disciplinario por su expulsión en el Camp Nou y su respuesta, según adelantó el diario «As» fue faltar al entrenamiento. El malestar entre los dirigentes lo exteriorizó Clemente Villaverde nada más acabar el partido contra el Barcelona. «Es totalmente reprobable que haya conductas que impliquen un perjuicio irreparable para el club. Nunca voy a justificar que por conductas ajenas al propio desarrollo del juego dejes a tu equipo con diez jugadores. Eso no tiene ningún sentido porque no consigues nada a nivel personal ni colectivo», dijo. Esas palabras mostraban el malestar del club con el futbolista, que se tradujeron en el expediente que le fue notificado el miércoles. Diego Costa no está lesionado, pero el jueves decidió no salir a entrenar a pesar de estar en las instalaciones del club en el Cerro del Espino de Majadahonda.

El enfado del jugador por el expediente se suma al de su situación general en el club. La renovación de Oblak acrecienta las distancias económicas entre las estrellas del equipo, Griezmann y el portero, y el resto de los jugadores. Y en la entidad apenas le quedan defensores. Su rendimiento no le ayuda a encontrar argumentos de defensa. Sólo ha marcado cinco goles en la temporada entre todas las competiciones. Además, no ha jugado ni la mitad de los partidos de su equipo entre lesiones y sanciones. Y la sanción recibida tras la expulsión contra el Barcelona sólo servirá para desequilibrar el balance a favor de los partidos no jugados.

En la Copa de Europa sólo ha participado en cuatro de los ocho encuentros que ha disputado el Atlético. La vuelta de octavos contra la Juventus no pudo disputarla por acumulación de tarjetas. Los otros tres partidos se los perdió por lesión. En Liga ha participado en dieciséis de las 32 jornadas que se han jugado. Quince partidos no pudo jugarlos por lesión. En el decimosexto, el último contra el Celta, comenzó a cumplir la sanción de ocho partidos. Y en la Copa no se ha estrenado este año. Estaba lesionado mientras el Atlético disputaba sus eliminatorias contra el Sant Andreu y el Girona. Sólo en la Supercopa de Europa ha estado a pleno rendimiento. Un partido, dos goles.

Simeone y el presidente, Enrique Cerezo, son sus únicos apoyos dentro del club. «Más que nunca,estoy con Diego Costa. La sanción me parece exagerada», decía el entrenador rojiblanco el pasado fin de semana antes de enfrentarse al Celta. «La sanción es exagerada», insistía el presidente del Atlético el miércoles. «A nadie le han puesto ocho partidos por eso», añadía.

Simeone continúa confiando en él. El Cholo fue el principal responsable de su regreso. Pero su continuidad en el Atlético es cada vez más dudosa. Ha perdido la confianza de gran parte del club y su comportamiento empieza a parecerse sospechosamente al que tenía antes de marcharse del Chelsea. Mientras su equipo hacía la pretemporada, él esperaba en Brasil a cerrar su traspaso al Atlético.Diego Costa se mueve esperando una reacción del club, que le dé su respaldo o que le deje salir, pero aún le quedan dos años más de contrato con la entidad rojiblanca. Eso, añadido a los 66 millones que el Atlético pagó el curso pasado por él, hace que su salida no sea sencilla.