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Dos mujeres protagonizan el momento romántico del Mundial femenino

Las futbolista sueca Magdalena Eriksson y la danesa Pernille Harder, quienes son pareja, se fundieron en un tierno beso tras lograr Suecia el pase a cuartos de final ante Canadá

Magdalena Eriksson (izquierda) y Pernille Harder (derecha) se funden en un beso tras lograr Suecia la clasificación a cuartos de final ante Canadá
Magdalena Eriksson (izquierda) y Pernille Harder (derecha) se funden en un beso tras lograr Suecia la clasificación a cuartos de final ante Canadálarazon

Las futbolista sueca Magdalena Eriksson y la danesa Pernille Harder, quienes son pareja, se fundieron en un tierno beso tras lograr Suecia el pase a cuartos de final ante Canadá

Magdalena Eriksson es una futbolista sueca que está jugando el Mundial femenino y Pernille Harder es una futbolista danesa que no está jugando el Mundial femenino porque Suecia, la selección de Magdalena Eriksson, eliminó a Dinamarca en la fase de clasificación por 0-1 en la última jornada. Podría ser una situación deportiva sin mucha mayor relevancia, pero la cosa gana enteros porque ambas, Eriksson y Harder, son pareja y han protagonizado el beso más bonito y romántico del torneo.

La selección sueca afrontó ayer un duelo decisivo ante Canadá para clasificarse a cuartos de final del torneo. En un partido difícil (1-0 únicamente) la selección europea logró imponerse mientras Harder permanecía nerviosa en la grada. Finalmente, con la victoria de Suecia, la danesa no dudó en bajar al césped y felicitar a su pareja por una victoria que tendrá que rentabilizar el próximo sábado ante Alemania para avanzar hacia las semifinales.

La imagen ha dado la vuelta al mundo como símbolo de visibilidad de la comunidad LGTBi: en un mundo (el del deporte) que principalmente enfoca a la vertiente masculina donde pocos son los hombres que se han atrevido a declararse abiertamente homosexuales esta imagen se ha popularizado para sortear esos prejuicios que acompañan al deporte.

Dinamarca no se clasificó para el Mundial tras perder sendos encuentros con Suecia; el primero tuvo un resultado holgado de 3-0 pero no corresponde a un buen juego en el campo o a una superioridad aplastante: la escuadra danesa no se presentó al partido como medida de protesta para que se equiparasen sus sueldos con los de la selección masculina. Finalmente lo lograron, pero a un precio demasiado alto. El segundo enfrentamiento acabó con victoria de Suecia en casa de las danesas por la mínima (0-1).