El Atlético más ofensivo

Lleva los mismos goles que el año que ganó la Liga. Han marcado ya Griezmann, Gameiro, Carrasco, Gaitán, Torres, Correa, Tiago y Koke.

A la fortaleza defensiva, el Atlético suma ahora su capacidad para ver puerta. Simeone ha dado con la tecla goleadora, asignatura pendiente en los últimos cursos con los fallidos fichajes de Mandzukic y Jackson Martínez, y el equipo es letal y resolutivo. El partido del Granada quizá no sea el mejor ejemplo, dada la debilidad defensiva del rival, pero los números en este caso no engañan y los rojiblancos han anotado 21 goles –a tres por jornada–, mismos guarismos que en la campaña 2013-14 en la que fue campeón. Con la salvedad de que aquella temporada llevaba encajados 6 goles y ahora sólo 3. Un dato que prueba el equilibrio de los de Simeone y su capacidad de generar juego ofensivo, lo que no pasaba en los cursos anteriores.

La nueva posición de Koke, centrado y de director de orquesta, hace que las transiciones defensa-ataque se hagan con criterio y con velocidad. Además, a Simeone no le importa arriesgar y alinear, como sucedió ante los de Lucas Alcaraz, a Correa, Carrasco, Griezmann y Gameiro de salida. El belga marcó tres goles, mostró su potencial en el disparo lejano –Simeone le ha insistido mucho en esa faceta– y dio un recital a nivel individual para convertirse en un jugador crucial en el esquema rojiblanco.

Correa se sumó al festival goleador con un tanto –el argentino lleva tres, los mismos que Gameiro y Carrasco– mientras que Gaitán, con dos tantos, y Tiago, con uno, saliendo desde el banquillo, cerraron la histórica goleada. Torres no marca en Liga desde la goleada al Sporting (17 de septiembre) y se le vio acelerado.

Fondo de armario

Tiene Simeone un fondo de armario ofensivo que le permite hacer varias combinaciones, dependiendo del estado de forma o del rival. Correa lleva tres encuentros siendo titular, Gameiro se ha asentado junto a Griezmann y Carrasco se ha ganado el puesto. El regreso del lesionado Saúl obligará al técnico a modificar el equipo para el Pizjuán. El Sevilla exige más esfuerzo y Simeone tendrá que sacrificar a uno de los titulares sin renunciar al juego ofensivo del líder.