El eterno superviviente

La baja de Neymar le da a Di María una titularidad que ya merecía en el partido de ida. «Es un jugador espectacular», asegura Zidane

Pocos representan mejor que Di María a ese futbolista argentino criado en la calle y con una capacidad infinita de adaptarse a cualquier circunstancia. Se trata de jugar al fútbol, de enfilar la portería y de marcar y ganar. No hay nada más y poco importa si es en Rosario, en Oporto, en Madrid, en Mánchester o en París. Llegó al Parque de los Príncipes antes que Mbappé y Neymar, pero ahí sigue a pesar de los 400 millones que costaron estas dos estrellas. Sin el brasileño, recuperándose en su casa, el «Fideo» va a tener hoy la oportunidad que ya había merecido en la ida gracias a un momento de forma envidiable. Llegaba como un tiro a un lugar en el que le quedaban cuentas pendientes, pero Emery se decantó por el tridente oficial: sus dos futbolistas más caros y Cavani, que no hizo un remate. Ni los cambios (defensivos) le permitieron una oportunidad de lucirse en un estadio en el que la afición lamentó su marcha. Después vino James y su zurda hizo olvidar esa otra pierna izquierda que hoy amenaza al Madrid.

Marcó el sábado ante el Troyes y pronto su técnico lo mandó al banquillo para que reservara fuerzas. Acumula 15 goles en los últimos 17 partidos, unas cifras que sólo son posibles para los candidatos al Balón de Oro. Llegó a Europa antes de cumplir los 20 años y con 30 pasa por una brillante madurez. Siente que podría haber seguido en el Madrid, el club en el que más partidos ha jugado, pero tuvo que emigrar al United, quizá el lugar donde menos cómodo se ha sentido. De allí al PSG, donde ha participado del crecimiento de un club que ha llenado el vestuario de estrellas. Di María no vende tantas camisetas como otros, pero es una bendición para cualquier entrenador. Va y viene sin descanso, hasta el punto de que algún técnico llegó a afirmar que con él juegas con doce, porque tiene pulmones para atacar y defender.

«Sabemos que es un jugador espectacular, que ha hecho historia en el Real Madrid y que puede jugar en cualquier posición. Se mueve muy bien, tiene un gran disparo y es rápido», le definía ayer Zidane, por si alguien tenía la tentación de confiarse por la baja de Neymar. «Sabiendo eso, vamos a intentar poner un equipo enfrente para intentar hacer nuestro partido y evitar que nos pongan en dificultad, algo que sucederá», continuaba Zizou, preocupado por la pólvora de Di María, fijo en la selección argentina en el próximo Mundial y la fe del eterno superviviente.