RFEF
El sindicalista toma el mando
Eran 13 millones los que debía el Levante a los jugadores en 2008. Y éstos no podían más. «Me han embargado un piso, los bancos aprietan», decía en los periódicos uno de los jugadores de esa plantilla, agobiado por la falta de dinero para pagar las facturas. Estuvieron a punto de ir a la huelga en un encuentro contra el Recreativo, pero el día que el Real Madrid celebraba su título de Liga en el Bernabéu, decidieron parar. No jugaban, ni un paso más.
Al mando del parón, Luis Rubiales, el capitán del equipo, que llegó a jugar 96 partidos con el conjunto valenciano. Un futbolista que hizo del esfuerzo y del sacrificio su principal valor, Un jugador de equipo, uno de esos que se convierte en imprescindible para un entrenador. A él se le veía con el teléfono móvil, hablando con los medios, con el Madrid para explicarles la situación, con el club, con el Ayuntamiento de Valencia. A sus 31 años era el líder indiscutible de ese movimiento que sólo quería que se le pagase lo que se les debía.
Ayer, en sus primeras palabras como presidente de la Federación Española de Fútbol, se acordó del fútbol modesto, el de los sacrificios y en el que las cifras que se mueven son modestas. Donde que no te paguen un mes es jugar con tu pan.
Tuvo que luchar de niño cuando se rompió las dos piernas y volvió a jugar; tuvo que luchar cuando se lesionó al jugar en Tercera y aprovechó la oportunidad que tuvo para volver y ser profesional. Por eso sabe lo que es resistir y resistir hasta ganar.
Se fue a Escocia después de dejar el Levante y jugó poco, pero mejoró su inglés, un bagaje que le va a servir ahora que empieza una vida también de viajes y relaciones internacionales. Ayer intercaló unas palabras en inglés en su discurso como saludo a sus nuevos interlocutores: la FIFA y la UEFA.
Después de dejar el fútbol, tomó el mando de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), donde estuvo desde 2010 hasta el año pasado. Lo hizo con la idea de impulsarla y convertirla en uno de los focos de diálogo imprescindible para el fútbol. Lo consiguió. sin duda, con un par de amenazas de huelga a las que sumó el apoyo de las estrellas de la élite.
Fue su pistoletazo de salida para asuntos más importantes. Ya era un personaje mediático, un burócrata mucho más que un ex futbolista. Había sabido reinventarse y quería más. Se acercó a Villar, pero las últimas noticias hicieron que dejase correr el aire con el anterior presidente de la Federación.
Y vio que era posible tomar el mando si adquiría el perfil adecuado y conseguía que le vieran como el renovador. Marcó distancias con Tebas y se dibujó como el hombre que podía evitar el poder de un solo hombre en el fútbol español. «LaLiga expresa sus felicitaciones al nuevo presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, y le desea éxito en su gestión en esta nueva etapa que hoy comienza en el organismo federativo. Asimismo, Javier Tebas, manifiesta la máxima disposición de LaLiga para reforzar las líneas de colaboración institucional iniciadas hace unos meses y trabajar en conjunto en pro del fútbol español», fue la felicitación de ayer de LaLiga. Habrá que ver cómo se relacionan.
Porque está todo por ver, porque llega el cambio, nuevos tiempos, como dijo Florentino Pérez en su felicitación: «Se abre una nueva etapa en la que todos debemos trabajar juntos para que la organización de nuestro deporte sea cada vez más moderna, eficaz, profesional y transparente», decía el presidente del club blanco, que dará pasos para acercarse a la Federación.
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