Real Madrid
Barça-Madrid: Empate en el clásico más igualado
Lucas Vázquez marcó para el Madrid y empató Malcom en la segunda mitad. Todo se decidirá en tres semanas en el Bernabéu
El clásico Barça-Madrid termina en un empate, que deja todo abierto para dentro de tres semanas en el Bernabéu.
Hasta que tuvo oxígeno, compitió el Madrid con el Barcelona y después supo aguantar ya en su campo para reponer refuerzas ya sin Vinicius en el campo, el alborotador del equipo, el cambio más sustancial del equipo que fue goleado en otoño y que ayer sacó un empate y dio la sensación que está al mismo nivel que el rival. Ésa es la buena noticia para los de Solari, que hicieron veinte minutos de presión alta arriba al comenzar y luego cambiaron en la segunda mitad para resistir atrás, cuando Messi ya estaba en el campo y los de Valverde eran mucho más reconocibles, más ordenados y sin tanto protagonismo de Malcom. El empate deja todo abierto para dentro de tres semanas en el Bernabéu.
Fueron dos encuentros diferentes antes y después del descanso. Muy igualado al comenzar, tenso y muy movido y con más calma después, con el Barcelona ya con la pelota y con los de Solari esperando, tomando aire y esperando una oportunidad como la que tuvo Bale ya al final del choque.
En la segunda mitad se abrió el campo y se jugó por todas las zonas porque lo ocurrido antes fue como si sólo exitiese una zona de la hierba, por donde atacaban Vinicius en el Madrid y Malcom en el Barcelona. Jordi Alba, tan decisivo casi siempre, como demostró tras el descanso, pasó cuarenta y cinco minutos casi abandonado en su lado, lo mismo que su contrario, Carvajal. Son dos laterales esenciales para el juego de ataque de su equipo y fueron invisibles. No había espacio para ellos. Tanto se ha acostumbrado el Madrid a Vinicius que le busca casi con desesperación y el brasileño no dice que no nunca. Luego le puede salir bien y necesita madurez y entrenar más el disparo, pero no dejó en paz a Semedo, la opción de Valverde para taparle en vez de Sergi Roberto. Eso ya es una señal, Vinicius ya preocupa y los rivales buscan maneras de pararle porque ya se sabe que por esa zona busca el Madrid todos los caminos. Tuvo que ser Piqué el que llegase para ayudar y mostrarle al brasileño el valor de la experiencia.
El problema de Vinicius es que tenía que dejarse gran parte de su oxígeno ayudando a Marcelo, al que se le ve sufrir demasiado. Los partidos tan competidos le superan ahora mismo. Lo vio Valverde que insistió a Malcom que le probara todas las veces. Marcelo hizo lo que pudo, pero eso ahora no es mucho. Allí iba Vinicius y por ahí aparecía Ramos, que se llevó una amarilla nada más comenzar el partido para solucionar los problemas de su compañero.
Fue un duelo entre Vinicius y Malcom, que ganó el madridista al principio y empató el barcelonista después. La ventaja de Vini es que contaba con Benzema, que jugó veinte minutos primorosos, una rutina en realidad. Entre ambos, como suele ser habitual, fabricaron el gol del Madrid, que marcó Lucas Vázquez. El problema de Malcom es que no tenía a Messi al lado. Valverde le dejó descansar hasta la segunda mitad.
Antes de que saliese creció el Barcelona, que durante los primeros minutos de la segunda parte se hizo con el partido y descubrió que tenía a Jordi Alba. Su primera carrera a campo abierto fue el empate del Barcelona. El equipo de Valverde se asentó y el Madrid pasó un rato complicado, lo que tardó Bale en calentarse jugando y demostrar a Solari que está dispuesto a pelearle el puesto a Vinicius. Del galés tiró el Madrid para quitarse al Barcelona de encima. Hubo un momento que el partido parecía inclinado definitivamente para los azulgrana, Arthur y Busquets tenían más espacios para jugar. Fueron creciendo según pasaban lo minutos. No Coutinho, que no dejó nada.
Daba la impresión de que se le iba a hacer largo el choque al Madrid, pero se rehizo y dejó claro que ahora sí tiene mucho que decir.
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