Cultura

Estas son las leyendas que rodean a la ermita más bonita de España

El espectacular templo románico se encuentra en uno de los Espacios Naturales más bellos del país

Ermita de San Bartolomé, en la provincia de Soria
Ermita de San Bartolomé, en la provincia de SoriaJcylJcyl

España es tierra de leyendas. Y como no podía ser de otra manera la ermita más bonita de nuestro país también las tiene. Es más no tiene solo una, sino que tiene varias. Pero es normal, porque el lugar se lo merece, por su espectacularidad. Según la Real Academia de la Lengua (RAE), leyenda es una narración de hechos sobrenaturales, naturales o una mezcla de ambos que se transmite de generación en generación en forma oral o escrita. Generalmente, el relato se sitúa de forma imprecisa entre el mito y el suceso verídico, lo que le confiere cierta singularidad.

Se ubica en un tiempo y lugar familiar de los miembros de una comunidad, lo que aporta cierta verosimilitud al relato. En las leyendas que presentan elementos sobrenaturales como milagros, presencia de criaturas feéricas o de ultratumba, etc. Y estos sucesos se presentan como reales, forman parte de la visión del mundo propio de la comunidad en la que se origina la leyenda.

En su proceso de transmisión a través de la tradición oral, las leyendas experimentan a menudo supresiones, añadidos o modificaciones culturales que dan origen a todo un mundo lleno de variantes. Las más comunes es la "cristalización" de leyendas paganas o la adaptación a la visión infantil, cuando el cambio de los tiempos ha reducido las antiguas cosmovisiones.

La palabra leyenda proviene del verbo latino legere, cuyo significado variaba entre escoger y leer. En el latín medieval, se usó el gerundivo de este verbo, legenda, con el significado de (algo) para ser leído cuando el término se aplicaba, sobre todo en el catolicismo, a las hagiografías o biografías de los santos.

Pues varias de estas narraciones las esconde la ermita más bonita de España, la de San Bartolomé, que se encuentra en la provincia de Soria, dentro del Parque Natural del Cañón de Río Lobos. Fue construida en el primer cuarto del siglo XIII, cuando el estilo románico daba paso al gótico, transición que quedó plasmada en la obra arquitectónica. Formaba parte de un cenobio del que sólo se conserva la capilla.

Apóstol Santiago

La principal leyenda que rodea a este espectacular templo es que el Apóstol Santiago, montado sobre su caballo, saltó desde el alto de uno de los farallones del cañón. Los cascos dejaron sus huellas sobre la piedra, en las proximidades del camino hoy utilizado y la espada se le cayó al suelo y allí donde quedo clavada quedó revelado que sería el lugar donde se edificaría la actual Ermita de San Bartolomé.

Templarios

Además, la iglesia cuenta con un halo de misterio. Diversas teorías consideran que este lugar fue sede templaria de San Juan de Otero, dentro del obispado de Osma. La simbología que se puede apreciar en diversos lugares del templo, como los canecillos o los capiteles, tiene referencias constantes a los templarios.

Se cree que el convento templario de San Juan de Otero se encontraba a unos cuatro kilómetros de la ermita, cerca de los actuales restos del Castillo de Ucero, considerándose que todo ese territorio pudo ser propiedad de la Orden del Temple.

Equidistante a los extremos de la Península

Su ubicación también es enigmática, ya que poca gente conoce que la ermita del Cañón del Río Lobos se encuentra en el lugar equidistante de los dos extremos de la Península: en Cabo de Creus en Gerona y el Cabo Touriñán en Galicia. Son muchos los elementos de la ermita cuya simbología conduce a la Orden del Temple.

Uno de ellos es una losa en el suelo de la ermita, que algunos reconocen como la Cruz de la Orden del Temple, y sobre la que otros afirmaban que llegaba a iluminarse algunos días del año en función de la posición del sol, que podía atravesar el rosetón existente en la ermita. Algo, esto último, que diversos estudios han confirmado posteriormente, confirmando que el sol ilumina la losa durante el solsticio de invierno (entre el 20 y 23 de diciembre), lo que da a esta ermita una mayor dosis de misterio.

Pero estas leyendas no es lo único atractivo de la ermita. Su espectacularidad hace que sea considerado el templo más bonito de España de estas características, y uno de los más visitados. Tiene planta de cruz latina, disposición que se acusa ostensiblemente al exterior. Llama la atención la escasa altura del transepto en relación con la de la nave. La cumbre de la bóveda de aquel queda por debajo de la línea de imposta de la bóveda de cañón apuntado de la nave, de tal manera que ambas bóvedas no se intersecan y no dan lugar al establecimiento de una cúpula o un cimborrio sobre el crucero.

Las pilastras de sección rectangular adosadas a los muros exteriores del ábside, así como las que flanquean la portada, y la misma puerta que luce seis arquivoltas muy apuntadas, ponen de manifiesto el momento de transición del románico al gótico en que se edificó esta iglesia.

También merecen ser resaltados los dos rosetones, uno en cada hastial del transepto, cuyas celosías evocan influencias musulmanas en la forma del entrelazado que compone una estrella lobulada de cinco puntas. Poseen tres arquivoltas de las que sólo la externa está decorada.

El 7 de mayo de 2015, la ermita fue declarada Bien de Interés Cultural, con la categoría de monumento.

La ermita se pude visitar:

Del 1 de abril al 31 de julio

-Sábados: 11-15 horas y 17-19 horas

-Domingos: 11-15 horas

Del 1 de agosto al 31 de agosto

-De martes a sábado: 11-15 horas y 17-19 horas

-Domignos: 11-15 horas

Del 1 de septiembre al 31 de octubre

-Sabados: 11-15 y 17-19 horas

-Domingos: 11-15 horas

Del 1 noviembre al 4 de diciembre

-Sábados y domingos: 11-15 horas

Del 6 diciembre al 10 diciembre

-Todos los días: 11-15 y 17-19 horas

Del 24 de marzo al 31 de marzo

-Todos los días: 11-15 y 17-19 horas

Cañón del Río Lobos

Otro de sus atractivos es dónde se ubica. Y es que la riqueza natural de la zona la hacen aún más especial. El Parque Natural del Cañón del Río Lobos, que cuenta con un total de 10.176 hectáreas, y reúne a los territorios Santa María de las Hoyas, San Leonardo de Yagüe, Casarejos, Herrera de Soria, Nafría de Ucero y Ucero (en la provincia de Soria) y Hontoria del Pinar (provincia de Burgos).

Se trata de un profundo tajo excavado en las calizas mesozoicas del cauce fluvial, que ha dejado a la vista enormes paredones de varias decenas de metros de elevación. Este tajo es fruto de una doble erosión: la debida al desgaste del propio río y la debida a la disolución de la roca por el agua. Toda el área es un inmenso karst con muchas cuevas y simas, además de sumideros. El sistema de aguas subterráneas y acuíferos es muy completo.

La población vegetal que habita este espacio natural está compuesta por diferentes especies entre las que destaca los emblemáticos sabinares de sabina albar. Junto a este árbol se pueden ver poblaciones abundantes de pino pudio, quejigo y encina.

En los espacios cubiertos de matorral se pueden ver enebros, gayubas y aliagas, que se complementan con tomillo, espliego y salvia. Las riberas están pobladas por los chopos, alisos, álamos y los sauces y en las aguas hay nenúfares, eneas y lentejuelas. En el roquedal podemos encontrar especies como la Saxifraga cuneata y la Linaria supina o las conocidas como zapatitos de la virgen y el ombligo de Venus.

Su interior se ha erigido en un espacio propicio al desenvolvimiento de diversas especies animales que han encontrado en él un hábitat adecuado. Las de mayor presencia son las aves, y entre ellas las rapaces como el alimoche, el halcón, el águila, el azor y el búho real, y predominantemente el buitre leonado, que puebla las cornisas de los farallones y sus oquedades y que se mantiene en permanente vuelo por la bóveda virtual del cañón.

También algunos mamíferos han encontrado acomodo en la hoz del río y en las aguas de este conviven truchas y nutrias. También hay un gran número de especies de anfibios, reptiles y peces como la rana, la lagartija, la culebra, la víbora hocicuda y el barbo.

Otros atractivos de la zona

Pero estos no son los únicos tesoros que se encuentran en la zona como la villa de Calatañazor, cuyo nombre de origen árabe significa «el castillo del buitre», presume de un bello caserío que queda grabado en la retina por ser el vivo ejemplo de la arquitectura popular típica de la Edad Media, gracias a pórticos, soportales de madera y casas de adobe decoradas con balcones. Pero si por algo es conocido este pequeño pueblo es por el dicho de «Calatañazor, donde Almanzor perdió su tambor», y es que la tradición oral cuenta que fue aquí donde el caudillo árabe Almanzor murió en el verano de 1002 al regreso de una ofensiva cristiana.

A pocos kilómetros se eucuentra un sabinar, considerado el más denso, alto y abonado del mundo, gracias a que el suelo en el que se alza se ha enriquecido a lo largo de los años por el aporte de boñigas de vaca y bostas de caballo.

Por último, merece la pena visitar la Laguna Negra. De origen glacial, encajada a unos 2.000 metros de altura, entre paredes graníticas y bordeada por infinitos pinares, dan a esta laguna su aspecto oscuro y tenebroso.

El poder erosivo del hielo ha esculpido, como si de un cincel se tratase, un paisaje que nos deja atónitos. Y aquí tampoco faltan las leyendas, pues Machado escribió en 1912 que la laguna no tiene fondo y que está comunicada con el mar mediante cuevas y corrientes subterráneas.