En 2018, ¿sin el Cholo?

Simeone redujo en dos años la duración de su contrato, que tenía firmado hasta 2020, después de la final de la Liga de Campeones

«Es momento de pensar», anunciaba Diego Simeone después de la final de la Champions. La derrota contra el Real Madrid le pesaba en el ánimo. Había alcanzado dos finales de la Liga de Campeones en tres temporadas, un objetivo inalcanzable para el club cuando llegó y las dos veces se había estrellado contra el mismo equipo.

El Cholo había vivido toda la temporada obsesionado con ser el primer entrenador que ganara la máxima competición continental con el Atlético. Quería ser lo que fue Cruyff para el Barcelona, pero todas las dudas se le vinieron encima después de la segunda derrota.

«Trabajando desde Buenos Aires», era el texto que acompañaba a una fotografía del entrenador rojiblanco junto a Miguel Ángel Gil y el director deportivo internacional, Andrea Berta, que el mismo Cholo se encargó de difundir a través de las redes sociales. Pero lo que suponía un mensaje de tranquilidad para la afición rojiblanca, que no se imagina un Atlético sin el entrenador que lo ha convertido en uno de los grandes de Europa, a pesar de no haber podido ganar la Liga de Campeones, tenía una cara oculta. Simeone dudaba realmente de poder llegar más allá con el Atlético. Ha exprimido a sus jugadores al máximo, pero en dos ocasiones se ha quedado al borde del gran triunfo que esperan el club y la afición. Va a cumplir cinco años ya en el Atlético, un logro para la entidad y para el técnico, que nunca había aguantado más de año y medio en el mismo banquillo. Y llegaron al acuerdo de reducir la duración del contrato de renovación que habían firmado hace año y medio. En marzo de 2015 el club anunció la renovación del Cholo hasta 2020, pero en verano acordaron limitar la relación hasta 2018.

El objetivo de Simeone era pasar a la historia en el banquillo del Atlético. Ya lo ha hecho, pero no quiere perderse el estreno del nuevo estadio de La Peineta, que se producirá la próxima temporada. «Me gustaría estar en La Peineta la próxima temporada», aseguraba la semana pasada en la presentación de su biografía en la sala Vip del Vicente Calderón. El acuerdo incluye un aumento salarial para el entrenador, además de la reducción temporal. La noticia, que fue avanzada hace unos días por Onda Cero, fue confirmada ayer por el diario «As».

«Un Atlético sin el Cholo es una hipótesis que no es real», aseguraba ayer Fernando Torres en un acto publicitario. «La primera noticia que he tenido es de hace un rato, cuando me han advertido de que me ibais a preguntar por ello», confesaba el «9» rojiblanco. «Lo que dijo tras [la final de] Milán fue muy duro para todos. Es lógico que cada uno dentro del dolor colectivo tenga un sentimiento personal y lo exprese. Él dijo lo que sentía, la manera en que habló no cambió nada. Hablar con el corazón nunca debe ser malo», afirmaba. Pero el sentimiento en la plantilla es que quieren que el técnico continúe. «Encantado de que siga, es un bastión fundamental para el equipo», añade el «Niño». Lo mismo opina la afición del Calderón, que continuó coreando su nombre incluso cuando daba sus primeros pasos como entrenador en Argentina.

Simeone cogió al Atlético décimo a ocho puntos de la Liga de Campeones en diciembre de 2011 y lo dejó a sólo dos puntos de la máxima competición continental después de ganar la segunda Liga Europa para el club. A ese éxito inicial ha ido sumando una Copa, una Liga, una Supercopa de España, una Supercopa de Europa y dos finales de la Liga de Campeones. Pero tras dos años sin títulos comienza a ver el final de su trabajo en el banquillo del Atlético. Suele decir el Cholo que le gusta cambiar varios jugadores de la plantilla cada año para que lleguen futbolistas con la cabeza limpia dispuestos a llenarlas con sus ideas. Es consciente de que no todos aguantan su exigencia temporada tras temporada. Ahora es él quien ha pedido el cambio antes de tiempo.