Acaba la pesadilla

McLaren y Alonso finiquitaron su relación con Honda para dar la bienvenida a Renault. Bottas ganó por delante de Hamilton y Vettel.

Fin de una etapa. Fin de una mala decisión. Termina un mal sueño que empezó como el regreso de una leyenda y finaliza, antes de tiempo, con un rotundo fracaso. Una apuesta fallida por parte de McLaren en primer lugar y de Fernando Alonso en segundo, y ahora, milagrosamente, ambos pueden revertir la situación con la llegada de Renault, que no es que tenga el mejor motor en la actualidad, pero que, al menos, tiene un buen grado de competitividad que, en un momento dado, podría hacer frente a las unidades de potencia de Ferrari y Mercedes. En Abu Dabi, Alonso volvió a sufrir la poca competitividad del coche, sobre todo en la recta, donde el McLaren perdía del orden de 15-20 kilómetros por hora, una carencia vergonzante contra la que no se puede luchar. A pesar de todo, acabó noveno, sumó dos puntos, ganó la batalla a un Williams con motor Mercedes y despidió el año por delante de su compañero de equipo en la clasificación general.

Alonso y McLaren ya están en «modo 2018» e incluso hace unas semanas plantearon la posibilidad de probar el motor Renault en los entrenamientos que se celebran esta semana en Abu Dabi para la próxima temporada. Pero llevan cierto retraso, algo normal, en la adaptación del chasis a la unidad de potencia del fabricante galo y de momento tendrán que dedicar estos ensayos a cuestiones aerodinámicas. Alonso ha «tomado el control» de McLaren y Zak Brown, director del equipo, está dando al asturiano todo lo que pide, incluso todo aquello externo que sirva para motivarle, ya sea la participación en las 24 horas de Daytona o la posibilidad de competir en Le Mans con Toyota. Alonso está confiado y quiere ser un piloto más completo que lo demuestra también en otras especialidades. En Abu Dabi también se despidió de la F-1 Felipe Massa, el Santander probablemente dejará el patrocinio a Ferrari y será la última vez que veamos monoplazas de F-1 sin protecciones alrededor del piloto, ya que el próximo año tendrá una especie de semicúpula llamada HALO.

Valtteri Bottas venció en una carrera que prácticamente le dejó ganar Hamilton, segundo, y Vettel aseguró el subcampeonato, o como diría Ayrton Senna, «ser el primero de los tontos que no ganaron». Sainz abandonó por un fallo del equipo en su parada en boxes al no fijar bien una rueda.