Alguersuari: ««La Fórmula Uno no es un deporte»

Tras su paso por Red Bull y Toro Rosso, Jaime Alguersuari (23-3-1990, Barcelona) tampoco dispondrá este año de un volante en los circuitos. Tenía un acuerdo verbal con una de las escuderías de la parrilla, pero el equipo le dio la espalda en el último momento. «La Fórmula Uno se ha convertido en una subasta», declaró entonces. LA RAZÓN ha hablado en exclusiva con el piloto para conocer cuáles son sus sensaciones tras lo sucedido y qué opinión tiene sobre el mundo del automovilismo.

–Triste, desencantado, enfadado... ¿qué adjetivo define mejor su sentimiento después de lo que ha ocurrido con su futuro esta temporada en los últimos días?

–Estaría triste si me dijesen que me voy a morir mañana. Afortunadamente, soy feliz y tengo otras muchas cosas en la cabeza. Lo que quiero es correr y, sinceramente, no veo la hora de hacerlo. Espero tener oportunidades y poder demostrar lo que valgo, pero sé que es algo que ya no depende de mí.

–Sólo quedaba una plaza en la parrilla. Era en Force India y todo hacía indicar que usted iba a ser el elegido...

–Me prometieron un volante y no lo tengo. Me dieron una serie de razones y las entiendo, pero no las comparto.

–Entonces, ¿en la F-1 no se consigue nada sin padrinos que le patrocinen?

–La Fórmula Uno no es un deporte. Un deportista consigue el éxito y es valorado dentro de un ránking según sus capacidades. Esto no funciona así. En la Fórmula Uno sólo puedes acceder a ese ránking si tienes dinero.

–¿Cree que le han podido perjudicar los desencuentros que tuvo con Red Bull durante el año que corrió con ellos?

–Siempre es complicado trabajar en Red Bull, pero no creo que eso haya tenido algo que ver. Es un gran equipo que te obliga a sacar lo mejor de ti y siempre quiere ganar. Pero eso es normal. Yo aprendí mucho durante el tiempo que estuve con ellos, pero también traté de defender mi posición y mis sensaciones, porque al fin y al cabo era yo el que estaba dentro del coche y el que sabía lo que había.

–Pilotos como De la Rosa y Gené, cuando no encontraron volante, optaron por ser probadores de grandes escuderías. ¿Baraja también esa posibilidad?

–Rotundamente no. No quiero quedarme probando neumáticos toda la vida. Tengo la esperanza de poder volver a correr, a ganar y a sentirme competitivo como antes.

–No parece darse por vencido...

–Lo que necesitamos es que haya empresas que apuesten por nosotros, y eso ahora mismo, en los tiempos que vivimos, es complicado, pero no por eso voy a perder la esperanza.

–¿Qué es lo que tiene en mente ahora?

–De momento estoy centrado en mí. Este año voy a seguir de probador en Pirelli y, además, me encuentro trabajando en otras cosas, entre ellas la música; pero soy joven, tengo 22 años y sé cuál es mi potencial. Voy a esperar a ver qué es lo que viene.

–¿Qué le gustaría que sucediera la próxima temporada?

–Lo que más deseo es estar en activo en la Fórmula Uno, pero sé que me van a volver a pedir dinero para hacerlo.