F-1

Fórmula 1

Hamilton, a lo grande

El inglés conquistó su tercer título después de mantener una dura pugna con su compañero Rosberg, Kvyat, Ricciardo e incluso Vettel. Sainz cruzó la meta en séptima plaza y Alonso fue undécimo

Lewis Hamilton, con el trofeo del GP de EEUU
Lewis Hamilton, con el trofeo del GP de EEUUlarazon

El inglés conquistó su tercer título después de mantener una dura pugna con su compañero Rosberg, Kvyat, Ricciardo e incluso Vettel. Sainz cruzó la meta en séptima plaza y Alonso fue undécimo

A la primera oportunidad que tuvo, Lewis Hamilton no falló. El británico cocinó a fuego lento su tercer título del mundo y, poco a poco, durante toda la temporada ganó la batalla psicológica a su compañero Rosberg y eso se tradujo en un dominio absoluto en la pista. Los dos tuvieron las mismas oportunidades, la misma mecánica, pero el nivel de pilotaje y conocimiento de la F-1 es muy superior en el inglés.

La carrera fue una de esas pruebas para no olvidar. Las interrupciones fueron constantes con el coche de seguridad, físico y virtual. A esto hay que añadir la incertidumbre que generó el estado de la pista, ya que tardó mucho tiempo en secarse por completo y eso provocó muchas dudas a la hora de elegir el compuesto a usar: intermedio o seco. Algunos como Bottas o Grosjean se precipitaron y otros como Verstappen acertaron de lleno y eso le llevó hasta las primeras posiciones. Por arriba, Hamilton sufrió de lo lindo. El desgaste de sus gomas intermedias era evidente y los Red Bull no se lo pusieron nada fácil, sobre todo en los primeros compases del Gran Premio. Rosberg empezó de forma irregular, pero fue cogiendo tono y acertó en su estrategia de entradas en boxes para sustituir los neumáticos. Se adelantó a su compañero y rival a la hora de colocar las ruedas de seco y poco después aprovechó la salida de un coche de seguridad para dar un golpe de efecto en la estrategia y acechar a Hamilton. Pero al inglés le acompañó la suerte, la del campeón, y un nuevo incidente volvió a neutralizar la prueba, lo que le permitió evitar el desastre y poder colocar gomas nuevas. Así las cosas, a falta de diez giros para el final tuvo la fortuna de mantenerse justo por detrás de Rosberg, el único que realmente podía quitarle la oportunidad de lograr su tercer título mundial en el primer punto de partido del que disponía.

La prueba se estabilizó y el alemán puso tierra de por medio para aplazar la conquista del campeonato... Sin embargo, un error de conducción le costó una pequeña salida de pista y dejó la victoria en bandeja a Hamilton y, por tanto, la consecución del campeonato. Visto para sentencia. La emoción se mantuvo hasta el final porque Vettel presionó a Rosberg hasta prácticamente la última curva y de haberle superado, la celebración debía aplazarse a la siguiente semana en México. Pero no fue así. Hamilton ya puede presumir de tener los mismo títulos que Jackie Stewart o su venerado Ayrton Senna.

La carrera estuvo llena de emoción por delante pero también por detrás, porque los dos pilotos de Toro Rosso, Verstappen y Carlos Sainz pusieron toda la carne en el asador desde el principio. El primero llegó a pelear por el tercer cajón del podio y el piloto madrileño llegó a mantener duras peleas con los Red Bull, McLaren y Force India. Finalmente cruzó la línea de meta en séptima plaza y así hizo olvidar el tremendo error que cometió en los primeros compases de la clasificación que se disputó por la mañana debido al mal tiempo. Fernando Alonso fue undécimo.