Malasia
Ricciardo aprovecha el regalo de Mercedes
El australiano ganó por delante de Verstappen y Rosberg. Hamilton rompió el motor y su compañero debió remontar debido a un incidente sufrido en la salida. Alonso, impresionante, acabó séptimo después de partir último. Sainz terminó undécimo.
El australiano ganó por delante de Verstappen y Rosberg. Hamilton rompió el motor y su compañero debió remontar debido a un incidente sufrido en la salida. Alonso, impresionante, acabó séptimo después de partir último. Sainz terminó undécimo.
¿Quién dijo que en la Fórmula 1 no había emoción? Pues visto lo visto hoy en Malasia, el final de temporada se presenta como uno de los más intensos de los últimos años. Hamilton no falló en la salida. Arrancó como un disparo y su compañero Rosberg no pudo hacer nada desde la segunda posición. Además, en la primera curva Vetel se lo llevó por delante y el alemán hizo un trompo. Cayó a la última plaza y desde entonces tuvo que remontar a lo bestia en el peor escenario posible, en la carrera más dura físicamente ya que los pilotos trabajan dentro del monoplaza a temperaturas superiores a los 50 grados. El de Ferrari debió retirarse con la suspensión rota y el de Mercedes comenzó una escalada a la desesperada para no perder el tren del campeonato.
En los primeros compases del Gran Premio dos incidentes provocaron la activación del coche de seguridad virtual, una neutralización que aprovecharon pilotos como Verstappen para cambiar neumáticos y crear cierta incertidumbre en las filas de Hamilton. Las diferentes estrategias empezaron a florecer pero en Mercedes se mantuvieron firmes.
Todo apuntaba a un final de carrera cómodo para Hamilton cuando de repente, a final de recta, el motor del coche reventó. El inglés quedó varado en la escapatoria de la curva y con el monoplaza todavía escupiendo fuego por los escapes. El actual campeón no podía creerlo e incluso tardó en salir del habitáculo ante la desagradable sorpresa que le deparó el Mercedes cuando lo tenía todo para ganar la prueba y colocarse de nuevo en cabeza de la clasificación general.
Fue entonces cuando el duelo entre los Red Bull tomó tintes muy serios con Ricciardo y Verstappen luchando sin, aparentemente, órdenes de equipo. Por detrás, Rosberg alcanzó el tercer puesto después de superar a Raikkonen en el límite del reglamento con toque incluido. Ferrari protestó y el alemán fue sancionado con diez segundos, un tiempo que tendría que sumar al final del Gran Premio. Es decir, Rosberg tenía que aventajar a su rival en más de diez segundos para no perder el tercer lugar, un resultado magnífico tal y como se presentó la carrera en la primera curva.
La lucha entre los coches energéticos no se produjo y Ricciardo venció sin problemas. Por otro lado, Rosberg logró mantener la tercera plaza gracias a la ventaja obtenida sobre Raikkonen.
Pero si por arriba la emoción fue absoluta, el rendimiento de los pilotos españoles resultó muy bueno. Alonso partió desde el último lugar de la parrilla de salida y escaló hasta la séptima plaza, un logro muy importante que certifica el pequeño paso adelante que ha dado el McLaren con el motor Honda. Su compañero Button arrancó desde la novena posición y fue superado por el asturiano. Por su parte, Carlos Sainz quedó a las puertas de la zona de puntos y cruzó la línea de meta en undécima plaza.
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