Valtteri Bottas, un «gordito» feliz

El líder de la general del Mundial, afirma que relajar la dieta le ha ayudado a ser mejor piloto, física y mentalmente

Las dos primeras citas de la temporada 2019 de la F-1 están dejando entrever un relevo generacional importante. Charles Leclerc dejó claro ayer que va a luchar cara a cara con Sebastian Vettel sin ningún tipo de complejo y hace dos semanas hizo lo mismo Valtteri Bottas con Lewis Hamilton. Bottas ganó en Melbourne y, además, se llevó el punto extra por marcar la vuelta rápida poniendo en riesgo su triunfo. Y lo hizo en contra de sus ingenieros. El cambio del piloto nórdico ha girado en torno a varios factores, pero el que más llama la atención es lo que él mismo ha reconocido. El cambio de la normativa sobre el peso de los pilotos le ha permitido relajar la dieta y con eso Bottas ha encontrado la «felicidad» que necesitaba para ser más competitivo. El reglamento técnico obliga a que la estructura del asiento y el piloto tenga un mínimo de kilos y ha establecido una tabla que obliga al equipo a añadir placas de lastre para cumplir la norma. Es decir, el peso del piloto ya no importa tanto. Hay margen y eso a Bottas le ha venido muy bien. En campañas anteriores debía rebajar su peso habitual hasta cinco kilos y eso le provocaba malestar, flojera y, en definitiva, no estar a tope. Este invierno, lejos ya de esas restricciones, el piloto ha reconocido que cierta libertad a la hora de comer le ha permitido dormir mejor, estar mejor preparado y eso ha redundado en una mejor preparación mental. El exceso de peso, según algunos ingenieros, suponía perder tres décimas en pista por vuelta y eso en la F-1 es mucho. La norma se ha aplicado para evitar este tipo de «obligaciones» y favorecer también la constitución física de los pilotos, ya sea por sobrepeso o por altura. Esta temporada, a cuenta del tema de la báscula, la pintura del monoplaza de Ferrari es mate para reducir unos cuantos gramos el peso del coche y, aunque a los ferraristas no les ha gustado el hecho de perder su histórico tono brillante, los responsables afirman que esto le vendrá mejor al coche para ganar algunas milésimas. Otro planteamiento parecido es el de Kimi Raikkonen, que afirma que beber cerveza entre carreras la ayuda a mejorar como piloto.