0-0. El Málaga no levanta cabeza

Empate y nuevo paso atrás del Málaga en su intento de mantener la categoría después de igualar sin goles ante un buen Girona.

Partido a vida o muerte el que disputaba el Málaga ante un Girona bien situado en la tabla y con muy pocas necesidades. José González prácticamente repitió el equipo que tan buen resultado le dio en Éibar, aunque apostó por Borja Bastón en detrimento de En-Nesyri en punta. Sabía el técnico local que los catalanes iban a conceder pocos metros y un delantero más estático era mejor idea. Con las cartas marcadas comenzó un encuentro que tuvo muy poco que contar en la primera mitad. El Málaga, acosado por la clasificación y necesitado de victorias como el comer Salió dispuesto a romper el choque desde el principio. Pero no lo iba a tener fácil. Enfrente esperaba una defensa de tres centrales y dos laterales con recorrido pero que no descuidaban su retaguardia. Mucha presión en el centro del campo y arriba la pelea de Portu y de Stuani, que volvía al once titular tras una lesión. Aún así, el Málaga consiguió romper la férrea defensa visitante en un par de ocasiones, pero Keko y Recio, bien situados al borde del área, lanzaron fuera.

El Girona no tenía la más mínima intención de romperse a no ser mediante alguna contra que, visto el panorama y el currículum del Málaga, le pudiera servir para hacer un gol y solventar el encuentro. Con la pelota de un lado hacia otro, con errores en los pases, balones al contrario y alguna faltita, el tiempo transcurría entre el sopor y el aburrimiento. Sólo Keko, el mejor en la primera mitad, ponía algo de salsa en el asunto. La volvió a tener el extremo local en el único remate -de cabeza- entre los tres palos de toda la primera mitad, pero el meta Bono realizó una magnífica intervención y desvió el esférico. Hasta el descanso, nada de nada.

La segunda mitad comenzó con la misma tónica. El Girona, agazapado esperando una oportunidad, elMálaga intentando llevar el peso del partido, sin crear peligro. La calidad es cara y brilla por su ausencia en el conjunto malaguista. En verano se marcharon los mejores jugadores y sus relevos no dan la talla. La planificación veraniega fue un despropósito y ahora, en pleno mes de enero y ocupando la última posición de la tabla, es muy complejo acertar. Entre el sopor, el conjunto de Machín comenzó a estirarse y poco a poco comenzó a llevar peligro a la meta de Roberto. Mediado este segundo tiempo tuvo una relativamente clara Stuani, pero no acertó. Su remate de cabeza se marchó ligeramente desviado por encima del travesaño. Poco después fue expulsado Chory Castro tras ver dos tarjetas amarillas en menos de cinco minutos. Si le faltaba algo al Málaga, se quedaba con uno menos a falta de un cuarto de hora. Visto el panorama Machín decidió adelantar un poco las líneas pero no tuvo llegada aunque el rival jugaba en inferioridad. Hasta el final poco que destacar. Balones al área del conjunto local, incapaz de crear una jugada de peligro debido a su falta de calidad, con mucha ansiedad y buscando sólo un golpe de fortuna o un rechace que nunca llegó.

Visto el panorama, sólo un milagro puede salvar al Málaga. José González ha conseguido cerrar la sangría de goles encajados, pero las carencias en ataque son evidentes y muy complicadas de resolver a estas alturas. El camino hacia el descenso parece trazado si una resurrección improbable no lo remedia. Mientras, el Girona disfruta en su debut en la máxima categoría. Situado en el medio de la tabla sólo le queda disfrutar. Los problemas y las angustias, para otros como el Málaga.

0 - Málaga: Roberto; Rosales, Luis Hernández, Ignasi Miquel, Ricca; Keko (Samuel, min. 72), Iturra, Recio, Chory Castro; Adrián y Borja Bastón (En-Nesyri, min. 59).

0 - Girona: Bono; Mafeo, Muniesa, Ramalho, Bernardo, Mojica; Borja García, Granell (Douglas, min. 88), Pere Pons; Stuani y Portu (Olunga, min. 82).

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Árbitro: Hernández Hernández, C. Canario. Mostró tarjeta roja Chory Castro del Málaga por dos amarillas en el minuto 77 y amarilla a Ramalho del Girona.

Incidencias: Buena entrada en La Rosaleda, 22.125 espectadores.