2-0. Sí, sí, sí, España está en Brasil

Aventuraba Georgia ser un rival más complicado que Bielorrusia y, acaso lastrada por las bajas, encajó el 1-0 en el 26. España jugaba mejor que el viernes; frente al cerrojazo previsto, Del Bosque utilizó los extremos, Navas y Pedro –mantuvo al azulgrana, que le tiene más fe que Tata Martino–, cambió nombres en los laterales y en la portería colocó a Casillas, ¿por qué? Misterio. Valdés es un porterazo e Iker demostró su categoría cuando, derrotados los georgianos, intentó sorprenderle Gelashvili con un disparo lateral que despejó en una acción plena de reflejos. Decididos a no encajar una goleada, los vencidos se animaron y asustaron... una vez. Nada frente al campeón, que venció 2-0 sin dificultad y que el próximo año, en Brasil, disputará su décimo Mundial consecutivo. No ha tenido rival, ni siquiera Francia, desterrada a la repesca.

Artículo primero: si el adversario se encierra en su área, abrir el juego por las bandas e intentar la penetración por los extremos. España se aplicó a la causa con Juanfran y Navas por la derecha y Alberto Moreno y Pedro por la izquierda. En los ocho primeros minutos, nueve centros al área y tres saques de esquina.

Artículo segundo: combinar con rapidez, atacar a toda velocidad y disparar desde cualquier posición hasta perforar la defensa; pero con puntería. En los primeros 20 minutos, Loria, el georgiano con más vocales que consonantes y nombre más fácil de pronunciar, sólo hizo dos paradas con sendos balones a las manos.

Artículo tercero: si el rival resiste, insistir, someterle a un bombardeo intensivo y tratar de sorprender al meta. En el minuto 21 Negredo ensayó una preciosa chilena desde la frontal que terminó en saque de esquina porque Loria, el mejor de su equipo, se lució. Segundos después, se jugó el tipo para desviar otro tiro del jugador del City.

Artículo cuarto: no perder la fe. Frente a un contrario que no sale de su área, inferior porque le faltan cuatro titulares y dos de la Sub-21 declinaron la invitación de ir a Albacete, el cántaro tiene que ir a la fuente como si no hubiese otra cosa que hacer. Así ocurrió que en el minuto 26 el héroe local (Iniesta) se filtró entre cuatro rivales en su área, centró y Negredo volvió a marcar, como en el partido contra Bielorrusia. Con el 1-0, resultado corto como suele ser habitual en los partidos de España, que si ganaba conseguía mantenerse invicta en casa en 52 encuentros consecutivos en fase de clasificación mundialista, Villar llamaba a la agencia de viajes de El Corte Inglés para reservar vuelo y hoteles para Brasil'14.

Artículo quinto y último: al enemigo herido, ni agua. En estas batallas no hay prisioneros porque en cuanto te descuidas se te sublevan. Minuto 27: primera intervención de Casillas, con alguna dificultad. Min 29: la segunda, un despeje extraordinario con el sello de la casa al envenenado disparo de Gelashvili, el punta.

Y lo demás, fiesta en Albacete desde antes de empezar; después, murmullos de admiración cuando acariciaba Iniesta el balón y «La Roja» buscaba la manera de aumentar la ventaja, ahora que Georgia se atrevía a salir al contragolpe y provocar a Casillas, que respondía como si en lugar de «haber jugado un partido en un mes» –justificación esgrimida por Del Bosque para dejarlo en el banquillo contra Bielorrusia– no hubiese perdido la titularidad ni cuando mandaba Mourinho.

Incluso derrotada podía clasificarse España para Brasil; con un empate le sobraba para conducir a Francia a la repesca... Quizá por ello entró en la segunda parte con más calma y posesiones más largas. Un fútbol perfectamente reconocible que cualquier adversario intenta contrarrestar con dos líneas de cinco en las inmediaciones del portero y contragolpes que en ocasiones sorprenden, las menos, y las más, terminan donde empezaron: en las botas de la Selección.

Georgia es penúltima en el grupo, delante de Bielorrusia. Estas dos selecciones no se jugaban nada contra el campeón, pero como tantos y tantos equipos nacionales, de cualquier categoría, sólo conocen una fórmula para evitar una goleada de escándalo ante «La Roja»: encerrarse y esperar a que suene la flauta. No sonó y la cuerda volvió a romperse por el punto más débil.

Seguro del pase y prácticamente también del triunfo, Del Bosque empezó a refrescar el equipo. Entró Mata y después de varios remates fallidos de Negredo se topó con el 2-0. La Selección celebró el tanto hecha una piña. Era el gol de la tranquilidad, y Brasil, el destino. Mas no por ello dejaron de atacar, hasta el punto que Piqué y Ramos presionaban en el córner contrario. Es la energía que proporciona el deber cumplido. España no falla y además tiene relevos: en la portería, en la defensa y en la delantera. En el centro del campo, en la línea que marca estilo, ya hay apuntes de sucesión. A Xavi le queda un Mundial, algo más a Iniesta, profeta en su tierra, faro de la Selección. Tras sus pasos, Koke e Isco, con permiso.

.

FICHA TÉCNICA.

--RESULTADO: ESPAÑA, 2 - GEORGIA, 0. (1-0, al descanso).

--ALINEACIONES.

ESPAÑA: Casillas; Juanfran, Ramos, Piqué, Alberto Moreno; Busquets, Xavi (Koke, min.66), Iniesta (Isco, min.81); Navas, Pedro (Mata, min.58) y Negredo.

GEORGIA: Kvaskhvadze; Lobjanidze, Grigalava (Avto, min.70), Kashia, Amisulashvili, Khubitia (Khmladaze, min.76), Kankava, Kobakhidze, Gelashvili (Modebadze, min.87), Ananidze y Okriashvili.

--GOLES:

1 - 0, min.25, Negredo.

2 - 0, min.60, Mata.

--ÁRBITRO: Florian Meyer (ALE). Amonestó a Khubitia (min.55) en Georgia.

--ESTADIO: Carlos Belmonte. 18.000 espectadores.