Fútbol
«Al Madrid no se le puede decir que no»
En su primera comparecencia pública, ya como jugador del Real Madrid, Isco incidió en su pensamiento de que no podía dejar pasar el tren de fichar «por el club más grande que hay». Era «malaguista desde pequeño» y ahora es «el más madridista que hay». «Me voy a deja la piel», afirmó.
Su juventud, la competencia con la que se va a encontrar, el hecho de tener un perro al que llamó Messi o su «antimadridismo» latente sólo por unas declaraciones al vuelo que hizo cuando todavía era más joven... todo ello eran hándicaps a cuestión, y que Isco, en su primera comparecencia pública, ya como jugador del Real Madrid, se encargó de regatear, como hace el campo, y desintegrar cualquier tipo de animadversión.
Isco incidió en su pensamiento de que no podía dejar «pasar este tren», pese a que ha tenido ofertas de otros equipos de Europa. «Vengo al club más grande que hay. Era malaguista desde pequeño y ahora soy el más madridista que hay, nadie va a poner en duda mi compromiso porque me voy a dejar la piel. Es imposible al Real Madrid decirle que no», fueron sus credenciales para convencer si queda algún descreído.
Además, aseguró que nunca tuvo dudas: «Muy pocas, si acaso, sólo por Pellegrini, pero cuando vi que el Real Madrid venía a por mí en serio, no quería estar en otro sitio». Morata, con el que compartió habitación en el Europeo sub-21, asegura que «no tuvo que convencerme de nada». «He tomado la mejor decisión que podía tomar. Vengo al mejor club del mundo», sentenció.
«Si no pensara que puedo ser titular, no habría venido»
Pese a sus 21 años, a los Özil, Cristiano, Xabi, Ramos..., los grandes jugadores del Real Madrid, Isco no siente una presión superior a la de cualquier otro de sus compañeros, y tiene claro que viene al Madrid «a triunfar», «a hacerse un sitio en el once, aunque no sea fácil», con trabajo. «Vengo sin presión. Si me han fichado es porque creen en mí. Si no pensara que puedo ser titular, no habría venido».
¿Por qué no se ha besado el escudo? Buen regate. Quiere hacerlo en el campo: «Acabo de llegar y es tanta la admiración y el cariño que me ha demostrado la afición, que tengo la ilusión de ganarme el besar el escudo dentro del campo».
Y respecto a su perro, afirmó que es algo «anecdótico». «También tuve otro al que llamé Figo», apostilló, sacando el humor andaluz al responder que no le puede cambiar ya el nombre. «Si no, no me hace caso», dijo.
Con Ancelotti aún no ha hablado, pero su concepto de un técnico «que ha ganado en todos los clubes que ha dirigido y en varios países» es inmenso, como también lo es de Carlo como jugador: «Qué vamos a decir...». Como jugador polivalente que es, «será el entrenador quien decida» en qué posición juega», afirmó. «Me gusta jugar donde sea, donde decida el 'míster', tengo capacidad de adaptarme. No va a haber problema de encontrar un sitio en el campo. Para hacer un gran equipo hace falta mucha competencia y aquí la hay. Eso es buena señal, vengo a buscar mi sitio en el equipo y a ganar muchas cosas», añadió.
El «23» de su camiseta, más allá de la coincidencia de coincidir en la misma fecha en que Beckham fue presentado y con el mismo dorsal, diez años después, desveló que lo ha elegido porque «es el día que cumple años» su hermano.
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