Alemán por elección

En los años sesenta muchos españoles no tuvieron más remedio que salir de aquí para ganarse la vida allí donde pudieran. Le pasó a Gonzalo Castro, de la Línea de la Concepción, que no dudó en marcharse, junto a su mujer a Wuppertal, una ciudad alemana. En la década de los 60 del siglo pasado, mucha emigración salió del sur de España y aumentó a finales de esos años, cuando se cerró la verja de Gibraltar y había que buscar otro lugar donde establecerse y poder ganarse la vida. Fueron emigrantes por necesidad y sin miedo, que se marcharon a otro país, a cambiar de clima y de idioma con sólo veinte años. Aún hoy, hablan alemán con acento andaluz. Y, aunque vuelven de vacaciones, se han jubilado allí, como Gonzalo Castro en Deutchste Post, y han tenido los hijos allí, que se sienten tan alemanes como españoles. Dos nacionalidades que, a veces, obligan a elegir. «Mis padres se marcharon por trabajo cuando tenían 20 años. Pero visitamos a menudo España. Sobre todo en verano, cuando el fútbol me deja, vengo a visitar a mi familia», contaba Gonzalo Castro hijo, cuando dudaba entre jugar con la Selección española o la alemana. «Mi sangre es española, mi familia es española y tengo pasaporte de España», decía cuando fue convocado por la sub’16 española, en un primer acercamiento. Pero después eligió jugar con la «Mannschaft» y hoy será rival del Madrid con el Borussia Dortmund. «Fueron muchas cosas las que me hicieron elegir Alemania: yo he ido al colegio aquí, crecí aquí, mi escuela del fútbol fue Leverkusen, club al que llegué con 12 años y pienso que toda la vida que tengo en Alemania y el futuro que me ofreció merecían dar algo de vuelta. Por eso tomé esa decisión». Su padre le dio total libertad para elegir el país al que quería representar y, aunque Gonzalo dice que fue la elección más complicada de su vida, no se arrepiente.

Ha hecho toda su vida en Alemania y hasta hace poco era un desconocido para el fútbol. Jugó, cuando era un niño, en el Bayer Wuppertal, empezó a destacar, le fichó el Bayer Leverkusen y, aunque varias veces se ha hablado del interés de equipos españoles en él, fue el Borussia Dortmund quien se lo llevó y ahora ocupa una posición en el centro del campo del conjunto alemán. Puede jugar como mediocentro, hacerlo como un jugador más ofensivo o incluso, ser central. Es un jugador muy del gusto de su entrenador, Thomas Tuchel.

Su padre colgó una foto en Facebook de cuando él jugaba al fútbol, pero sólo de manera amateur. Puede que contagiara a su hijo su pasión por el balón, pero la carrera de Gonzalo Castro le ha superado completamente. En el Signal Iduna Park se destaca su tranquilidad para afrontar cualquier situación y, a sus 29 años ya, por su inteligencia en el césped.