Atlético de Madrid
Barcelona-Atlético: el partido que ninguno quería
La eliminatoria entre Barcelona y Atlético asegura la presencia de un equipo español en semifinales, pero los dos se encuentran con el rival que más les incomoda
La eliminatoria entre Barcelona y Atlético asegura la presencia de un equipo español en semifinales, pero los dos se encuentran con el rival que más les incomoda
Si hay un equipo en el mundo capaz de complicar la vida al Barcelona es el Atlético. Los rojiblancos han perdido los dos partidos de Liga contra el líder del campeonato, pero la sensación de incomodidad que genera en los jugadores azulgrana no es comparable con ningún otro rival.
Sólo así se pueden explicar las reacciones que ha generado el emparejamiento en los dos clubes. «Qué mejor para nosotros que jugar contra el mejor del mundo. A mí me despierta mucha ilusión», dice Simeone. El preparador rojiblanco se ha fijado como objetivo esta temporada la Liga de Campeones, el título que el Atlético nunca ha ganado. En el recuerdo rojiblanco está la eliminatoria de hace dos temporadas, también en cuartos de final, en la que el Atlético se impuso al equipo que entrenaba Tata Martino. «Ahora es otro equipo. Un equipo diferente, con más opciones. Maneja mejor la pelota parada, maneja mejor los contragolpes, tiene la continuidad de Neymar en esos dos últimos años, la presencia de Suárez, un banco más nutrido...», explica Simeone.
«No les ha tocado el Charleroi porque no estaba en el bombo pero la ‘‘Champions’’ se gana eliminando al campeón del mundo», decía en Twitter Toni Freixa, antiguo portavoz de la directiva azulgrana.
En 2014, cuando el Atlético llegó a la final, empató a uno en el Camp Nou, con un gol del brasileño Diego, que había sustituido a Diego Costa, y ganó 1-0 en la vuelta con gol de Koke en un partido en el que la delantera la formaron Villla y Adrián, que dispusieron de varias oportunidades para hacer que la victoria fuera más cómoda. El Barcelona se vio asfixiado por la presión rojiblanca. Ése es el principal temor de los azulgrana. Simeone quiere que su equipo «moleste» y eso lo han comprobado ya en varias ocasiones los jugadores de Luis Enrique.
El Atlético, que disfruta del momento después de eliminar al PSV por penaltis, no hacía previsiones sobre los rivales que le podían tocar en los cuartos de final. Está acostumbrado a sufrir y sabe que tendrá que hacerlo también para llegar a la semifinal. Pero también es consciente de que el Barcelona es el mejor equipo del momento. «El Barcelona es el actual campeón de la Liga de Campeones y líder de nuestra Liga. Es uno de los mejores equipos del mundo y cuenta con jugadores desequilibrantes, pero nosotros siempre competimos al máximo y lucharemos a tope para intentar acceder a semifinales», asegura José Luis Pérez Caminero, el director deportivo del Atlético.
«Es un equipo durísimo, el que mejor defiende de los que quedan», asegura Javier Bordas, el directivo que representaba al Barcelona en el sorteo. «Había rivales más asequibles. Con el Atlético de Madrid, todo es complicado. Es conocida su fortaleza defensiva, que hace daño. Es nuestro máximo rival en la Liga española», añade.
Sin embargo, es el equipo contra el que peores resultados consigue Diego Simeone. Desde la llegada del argentino sólo ha logrado una victoria, la de la edición de 2014 en la Liga de Campeones. Una victoria en 15 encuentros es el balance de Simeone contra los azulgrana. Y nunca ha conseguido derrotar a Luis Enrique desde que el asturiano se sienta en el banquillo del Camp Nou.
El Barcelona ha derrotado al Atlético del Cholo más veces que nadie. Nueve victorias de los azulgrana en 15 enfrentamientos. Sólo el Real Madrid se acerca a esos números, con siete victorias sobre el Atlético. Pero el equipo del Cholo ha ganado en seis ocasiones.
«¿Pelear por títulos? Seguimos manejando las mismas sensaciones», dice Simeone, que insiste en la rutina del «partido a partido». Pero el del Barcelona no es un partido cualquiera. Ni para Simeone ni para Fernando Torres, que quizá se agarra a la última posibilidad de ganar un título con su equipo de siempre. Para eso, tendrá que encontrar la manera de sujetar a Messi, Suárez y Neymar. Simeone la busca, pero no la encuentra.
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