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LaLiga Santander

2-2 Messi no pudo más

El argentino es duda para el miércoles contra Madrid

Luis Suárez ante la zaga "ché"
Luis Suárez ante la zaga "ché"larazon

Un gran Valencia corta la racha del Barça, que da la opción de acercarse a sus perseguidores. Leo empató el 0-2 que habían logrado los de Marcelino, pero tras recibir un golpe bajó su rendimiento.

Ocho victorias después, el Barcelona dejó de sumar de tres en tres. Logró un punto tras ir 0-2 abajo contra un buen Valencia, que por momentos amagó con dar la sorpresa total. Permite así el líder que sus perseguidores recorten hoy la distancia, por si le faltaba poco a este movido mes de febrero, sobre todo para el Real Madrid y el Barcelona, que se ven las caras en Copa. El Atlético lo tiene más despejado y puede colocarse a tiro, a sólo tres puntos en LaLiga.

Si el Barça rescató el empate fue gracias a Messi. No fue de los peores partidos del equipo de Valverde, experto en sacar adelante victorias más allá de lo que marca su fútbol, pero se encontró con un gran rival en todos sus frentes. Fue solidario el Valencia, supo defender con sus dos líneas de cuatro más otra de dos muy marcadas, sin presionar, pero tampoco metido en su área, trabajador y sin olvidarse de atacar. Acumuló hombres por el centro y dificultó las maniobras de Leo, que recibía, pero con ciertos agobios. El primer amago visitante fue en una contra con doble ocasión, la primera, el tiro de Parejo, abortada por Ter Stegen; y la segunda, el remate de Cheryshev, repelida por el poste. Pero no tardó el Valencia en hacer daño a los espacios: Rodrigo, un diablo entre los centrales toda la tarde, se escapó y sirvió a Gameiro el primer tanto. No pasó mucho hasta que Sergi Roberto hizo un penalti absurdo a Wass que transformó Parejo, y poco después llegó el regalo de Lato, al derribar a Semedo en el área para que Leo recortara distancias. No había un respiro. Estaba siendo un gran partido, con el Valencia llegando rápido y un Barça reconocible, pese a la alineación. Rotó Valverde y colocó a Sergi Roberto de lateral izquierdo. En ataque está perdido allí. Su mejor centro fue tan malo, que casi acaba en gol porque la pelota tomó la dirección de la portería en lugar de la de un compañero. Después chutó al palo, pero con la derecha.

No tardó Valverde en recurrir a Jordi Alba, para que su equipo se pareciera todavía más a sí mismo. Aleñá, de interior, no desentonaba en absoluto y el Valencia pasó unos minutos malos a la vuelta del descanso antes de volver a asomarse a la portería de Ter Stegen, de nuevo con Rodrigo a la cabeza. Pero también con Parejo, que dio una lección de cómo mover la pelota, pese a alguna pérdida en zona de peligro. Del posible 2-2 se pasaba al posible 1-3, hasta que Messi enganchó un disparo desde fuera del área que Neto no vio y que se fue a la red. El portero detuvo casi todo, pero eso era imposible. Quedaba tiempo para que pasaran muchas cosas y pareció tomarse un respiro el Barcelona, que «perdió» a Messi. El argentino estaba enchufado y celebró el gol con rabia, pero sufrió un golpe de Leto en la parte interna del muslo y tuvo que ser atendido. Volvió al campo, aunque ya no hizo ninguna arrancada más. Puede peligrar su presencia el miércoles contra el Madrid.

Y sin el «10», el Barcelona perdió su dinamismo en ataque. Entró en una fase rara el encuentro, pero sin llegadas peligrosas en las áreas. Recurrió Marcelino a Kondogbia para calmar el choque. Antes del descanso ya había tenido que sustituir a Gameiro, al que le salió un «huevo» espectacular al lado del ojo tras un choque cabeza con cabeza con Piqué. El central, por su parte, estuvo casi todo el partido sangrando. La última bala de Valverde fue apostar por Malcom, en lugar de Coutinho, que había ido de menos a más, del jugador depresivo de la primera mitad a ofrecerse y ser peligroso, aunque sin éxito. Su relevo le puso más ganas que eficacia, como casi siempre.