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Otra final...

El futuro de Benítez y de su Real Madrid pasan por Mestalla. La visita al Valencia es la prueba definitiva para un técnico que ayer se mostró más sereno que en las últimas fechas del año pasado

El entrenador del Real Madrid, Rafa Benítez, a su llegada a la rueda de prensa en la Ciudad Deportiva de Valdebebas
El entrenador del Real Madrid, Rafa Benítez, a su llegada a la rueda de prensa en la Ciudad Deportiva de Valdebebaslarazon

El futuro de Benítez y de su Real Madrid pasan por Mestalla. La visita al Valencia es la prueba definitiva para un técnico que ayer se mostró más sereno que en las últimas fechas del año pasado

Rafa Benítez vivirá en Mestalla su segundo «día D» en una semana. El Valencia mide la salud de un técnico y de un equipo que se dio una tregua con la victoria ante la Real a la espera del examen de verdad. El técnico aparcó polémicas sobre supuestas campañas y sobre la «fuga» de James para pedir calma y confianza, en él y en sus jugadores. Benítez abogó por ofrecer una imagen de hombre de club antes de otra final: «Tengo plena confianza y no pienso en tropiezos. Lo vamos a hacer bien y vamos a dar el nivel que esperamos. Vamos a por los tres puntos. A partir de ahí, yo llegué al Real Madrid con una trayectoria de muchos años y títulos, contratado por el presidente, que tiene una idea», aseguró. Fue más allá y se atrevió a hablar del largo plazo: «Hay que dar tiempo al proyecto y luego se hacen las valoraciones. Mi responsabilidad es hacerlo bien, ganar partidos y espero que al final salga todo bien y nadie tenga nada que decir salvo festejar. Me agarro a lo primero que he dicho. Tengo plena confianza y espero que me hagáis este tipo de preguntas en los próximos dos o tres años».

Benítez se ha trazado dos objetivos para sobrevivir: continuidad y equilibrio. Y para ello se refirió al pasado del club, al «madridismo de toda la vida» y a Ancelotti. «La sensación del madridista de toda la vida es que sabemos que el equipo tiene fases en las que le falta continuidad. La tenemos que conseguir. Los ídolos que ha aplaudido la afición son jugadores de casta como Juanito, Pirri o Di Stéfano, que lo dan todo en el campo. Eso es lo que espero en cada encuentro. En muchos partidos lo hemos hecho bien y el equipo lo ha dado todo. Y hay fases en que no. Tenemos que seguir trabajando duro y dando el máximo para que los resultados estén ahí. El equipo está vivo en la Liga y en la “Champions”. Hay que valorar al final. En Mestalla estoy convencido de que mis jugadores saldrán a tope». En la búsqueda de esa continuidad, el técnico apeló a la palabra mágica de su antecesor: equilibrio. «Hay que aplicar la palabra de Ancelotti. Es un poco el camino. Estoy convencido de que los jugadores son conscientes de esos momentos en los que no tenemos el control del partido y van a dar el cien por cien para tener regularidad y competir hasta el final por la Liga y la Liga de Campeones», dijo.

En Mestalla espera un equipo al que el cambio de técnico tampoco ha dado el resultado esperado. Con Gary Neville, el Valencia no sabe lo que es ganar en Liga –perdió en Villarreal el último partido del año– y está a once puntos de los puestos de «Champions», el objetivo marcado a principios de temporada.

Benítez persigue que el equipo se adueñe del balón en Valencia. Considera que así sufrirá menos. «Es una cuestión de las características de este equipo, que es ofensivo con jugadores de mentalidad ofensiva. Necesitamos el balón y cuando no lo tenemos, el equipo sufre. La regularidad tiene una explicación, los jugadores con esa mentalidad, pues si no tenemos el balón, sufre. Tenemos que tener el control los 90 minutos, mantener la intensidad en el ataque y en todas las fases del juego para estar tranquilos», asegura.

El empate del Barcelona ante el Espanyol y los tres empates sumados por los de Luis Enrique en las cuatro últimas jornadas son el otro colchón al que se agarra Benítez. Si el Madrid gana en Valencia, arrancará el año igualado a puntos con el Barça, aunque los azulgrana tienen un partido menos. Caer en Valencia, algo que nadie en el club se quiere imaginar, podría terminar con la «era Benítez» en el Madrid.

La charla con Isco

Isco ha jugado en 13 de los 17 partidos de la primera vuelta, aunque sólo suma 802 minutos. Su protagonismo ha bajado en relación a la pasada campaña. Benítez descarta que haya problemas con él. «Es un buen jugador, ayer –el viernes– charlé con él porque entrenó muy bien y le felicité por ello. Todos tienen posibilidades».