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«Carpetazo» al año en el Calderón
El Atlético cerró el año 2014 en el Vicente Calderón con el partido de Copa del Rey ante el L’Hospitalet, aún sumido en las secuelas que ha dejado la reyerta del pasado 30 de noviembre, en la que falleció un ultra del Deportivo.
Se pudo apreciar por el exagerado despliegue policial en las inmediaciones del estadio, no tan amplio como el pasado domingo ante el Villarreal, pero sí llamativo. Y también por el, de nuevo, clima extraño que se vivió en la grada, que, aunque muy poco poblada (unos 5.000 espectadores), se comportó con signos claros de que el accidente traumático no está superado.
En el Fondo Sur, un grupo reducido de aficionados permanecieron impasibles. En silencio, mientras que desde las otras zonas se intentó dotar la noche de normalidad y el público se esforzó en animar. Lo hizo a tirones, pero se dejó escuchar en un partido en el que, en condiciones normales, apenas habría abierto la boca.
A la hora que comenzaba el encuentro, se conocía que el titular del Juzgado de Instrucción número 20 de Madrid había dictado prisión para los tres presuntos autores de la muerte del hincha del Deportivo.
También se supo que el magistrado Juan Antonio Saenz de San Pedro ordenó la libertad con cargos del resto de los arrestados, salvo el soldado de la Unidad Militar de Emergencias (UME), que quedó en libertad sin cargos.
Noticias al margen de lo deportivo, pero que están invadiendo la actualidad del equipo madrileño en los últimas fechas y que se dejan sentir en las tribunas. Informaciones que no han permitido al Atlético despedir un año magnífico en su casa como hubiese deseado. El 2014, en el que ha sido campeón de Liga y subcampeón de Europa. Seguramente, el mejor de su larga historia.
Un período en el que sólo ha sido derrotado en dos ocasiones en el Calderón y en el que la plantilla ha sabido rehacerse tras las importantes bajas del estío, a pesar de que, de los nuevos, sólo el croata Mario Mandzukic se ha hecho con una indiscutible titularidad.
No lo han conseguido otros que llegaron para lo mismo, como el cancerbero esloveno Jan Oblak, fichado al Benfica por 16 millones de euros y que disfrutó de su tercer encuentro completo ante el L’Hospitalet, o el italiano Alessio Cerci, incorporado al final del mercado estival por una cantidad similar.
Sin embargo, el Atlético conserva la solidez y competitividad de antaño, a pesar del tropiezo ante el Villarreal, que le alejó siete puntos del primer puesto de la clasificación.
Son cualidades que le ubican, no obstante, una vez alcanzado el primer tercio de la competición, en el tercer lugar de la tabla y en los octavos de final de la Copa de Europa, tras superar con brillantez la primera fase. Todos eran motivos para haber cerrado el 2014 con más aliento a orillas del Manzanares, pero los altercados del 30 de noviembre han marcado el desenlace.
Las pesquisas continúan y la grada sigue envuelta en un ambiente extraño. El domingo, los rojiblancos visitarán San Mamés y el lunes se marcharán de vacaciones navideñas. Los jugadores, porque la directiva tiene un asunto muy importante que resolver, con el Real Madrid como rival de los octavos de la Copa a la vuelta de la equina, el 7 de enero en el Calderón.
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