Italia
Casillas: «He llorado y he pasado noches durmiendo poco y mal»
«Creo que mi mano está mejor que antes». «Siempre intento ser respetuoso». «El Madrid me lo ha dado todo, hasta este polo de la Selección que llevo». «He recuperado la felicidad»
A los 32 años, Iker Casillas atravesó una temporada inusual para él: una lesión, primero, y una decisión de su entrenador en el Real Madrid, después, lo mantuvieron alejado de la cancha por cinco meses. Definitivamente, toda una novedad para el portero, capitán de la selección española y símbolo indiscutible del club blanco. Su regreso a los campos se produjo en el estreno de España en la Copa FIFA Confederaciones Brasil 2013 ante Uruguay, en un torneo donde ninguno de los otros futbolistas participantes tiene tantas internacionalidades como él. Una competición que, además, le fue esquiva a La Roja cuatro años atrás. En tierras brasileñas, a horas de la semifinal ante Italia, Casillas accedió a conversar de todo con fifa.com.
-Iker, ¿cómo le resultó el regreso a la titularidad después de su larga inactividad? ¿Es cierto que lo tomó como un nuevo debut?
En parte... No fue algo totalmente nuevo, pero sí diferente. Después de cinco meses, pasa un tiempo hasta que las cosas vuelven a colocarse en tu cabeza. Por suerte, he tenido un trato fenomenal de mis compañeros y del entrenador, y eso también es importante para volver a empezar. El puesto de portero requiere ir recuperando confianza en base de partidos, de minutos, y siempre que te den esa oportunidad y esa confianza, uno se va encontrando.
-En ese contexto, ¿cuánto significó el primer balón que tocó ante Uruguay?
-La primera acción determina casi siempre el resto del partido. Esta toma de contacto ayuda para tu confianza, y la verdad es que me sentí bien, a gusto, sabiendo que iba a ser objeto de muchas miradas... Así que intenté abstraerme de todo y pensar exclusivamente en hacer lo mejor y colaborar para lograr la victoria.
-En los últimos grandes éxitos de la selección española, la foto final lo ha tenido a usted como capitán con un trofeo en alto. ¿Pensó en algún momento de la temporada que no volvería a vivir algo así?
-Es evidente que, cuando hablas con el doctor y te dice que tienes una fractura en la mano, surgen algunas dudas, pero por suerte la recuperación llevó menos de lo esperado. Después, yo sabía que si no formaba parte de mi club iba a ser difícil el volver a la selección, pero Del Bosque siempre estuvo muy encima de cómo iba mi mano. Por suerte ha evolucionado fenomenal... ¡Creo que está mejor que antes! (risas).
-Sin embargo, a su regreso le tocó ser suplente en el Real Madrid. ¿Cómo hizo para convivir con esa situación tan inusual para usted?
-Pensando en el equipo, en lo que es mejor para el Real Madrid... He llorado, he sufrido, lo he pasado mal, he tenido noches durmiendo poco y mal... Soy madridista de alma, y por encima de todos, de mí, de entrenadores, de presidentes, de directores deportivos, está el club.
-Recibió apoyo público de muchos colegas... ¿Alguno lo sorprendió en particular?
-No, pero mucha gente me ayudó a atravesar una situación que nunca me había pasado: lesionarme. Después... yo siempre intento ser respetuoso... Está claro que uno cuando no juega, como ha sido mi carrera, tiene que asimilarlo, trabajar, esperar y aguantar. No pasa nada.
-¿Se le cruzó por la cabeza de dejar el Real Madrid?
-A mí me encantaría retirarme en el Real Madrid, pero no voy a poner ningún impedimento si el día de mañana un entrenador no cuenta conmigo... Ahí uno miraría para otro lado, pero insisto: mi objetivo es el Real. Este club me ha dado todo, hasta el vestir este polo de la selección que llevo ahora.
-Hablando de la selección, y con el encuentro ante Italia encima, ¿qué importancia le da España a esta Copa FIFA Confederaciones?
-Pues muchísima, porque si España no llega a la final, los críticos van a empezar a afirmar que no somos los de antes, y si se gana, será lo habitual. Es una presión que nos hemos creado nosotros mismos en estos últimos años, pero sabemos que tenemos que seguir disfrutando. Este es un equipo que no se cansa de jugar, de querer ganar... Creo que hoy somos la primera potencia, pero algún día nos va a costar volver a ilusionar otra vez.
-¿Cuánto cambió esa obligación de ganar este torneo con relación a cuatro años atrás en Sudáfrica?
-Este equipo no tiene nada que ver con aquel... Sí, veníamos de ganar la Eurocopa, pero para muchos había sido una sorpresa. ¡Ni nosotros mismos nos creíamos el papel que teníamos en ese entonces! Evidentemente, cuando consigues un Mundial el papel cambia, lo mismo que tu mentalidad... No digo que ahora nos sintamos superiores todo el tiempo, pero creemos que con nuestra forma de jugar podemos conseguir grandes gestas. Ahora estamos convencidos de querer ganarla, sería conseguir todos los títulos para esta generación.
-Teniendo en cuenta esa frase, ¿cree que Brasil 2014 puede marcar el fin de una era para el fútbol español?
-Tenemos suerte que los chavales están consiguiendo títulos. Además, en ese sentido Vicente siempre ha incorporado jugadores de la sub-21 a la absoluta, dándoles protagonismo para que sumen minutos y poco a poco vayan siendo relevo de la gente más veterana. También es verdad que el tiempo pasa para todo: algunos superarán los 30, ¡y otros superaremos los treinta y tantos! (risas). Algunos decidiremos seguir o no, de acuerdo nuestra mentalidad o nuestra condición física, pero también puede pasar que la gente se canse de ver las mismas caras... El fútbol español no debe preocuparse, los que vienen detrás pueden competir y hasta ganar títulos.
-Para terminar, ¿puede decirse que es feliz otra vez?
-La verdad que sí, he recuperado la felicidad... Hombre, es que uno no está habituado a vivir de un lado que nunca había visto. No era fácil, pero después de romper el hielo, soy otro Iker Casillas.
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