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Chicharito, un «9» que remata

El mexicano, que llega cedido al Real Madrid, no quiere ser un actor secundario para Ancelotti

Javier Hernández 'Chicharito' con Florentino Pérez, presidente del Real Madrid
Javier Hernández 'Chicharito' con Florentino Pérez, presidente del Real Madridlarazon

Descartado Falcao, pese al empeño de Jorge Mendes en que el colombiano recalara en el Real Madrid, desde dentro del club, siempre con el visto bueno de Carlo Ancelotti, se estudió el mercado y se barajaron varios nombres –Destro, Negredo e incluso Soldado–, pero al final fue Javier Hernández, «Chicharito», el elegido para reforzar la delantera de un equipo al que le sobra gol con la BBC (Bale, Benzema y Cristiano). Faltaba, sin embargo, un rematador puro, un hombre de área y ese es el papel que va a asumir el delantero mexicano, al que un día Ferguson descubrió en el Guadalajara y se lo llevó a Manchester.

Chicharito está capacitado para sustituir a cualquiera de los tres intocables de Ancelotti. Y podrá jugar muchos partidos si el técnico decide dar descanso a alguno de ellos. Desde que Morata eligió irse a Italia siempre se pensó que Benzema necesitaba un recambio. Además, el francés llevaba una mala racha ante el gol –el día del Córdoba la rompió con su cabezazo–, pese a que lo suyo es asociarse con Bale y Cristiano en el juego entre líneas, por lo que el madridismo, no tanto el entrenador, pedían un posible sustituto para el galo, que ha renovado hace unos días hasta 2019.

No se trataba de fichar un jugador «top», sino de un complemento. De hecho, Ancelotti dio por cerrada la plantilla. La marcha de Di María y Xabi Alonso le hicieron cambiar de planes y aceptó la llegada de un «9», pese a que los «huidos» no tenían ese perfil. Y el primer nombre que se puso sobre la mesa de contratación fue el de Negredo. El vallecano no ha sido inscrito por Pellegrini para la Liga de Campeones y cuenta poco para el técnico chileno. Arrastra una pequeña lesión y fue descartado.

Y surgió el nombre de Chicharito, al que Van Gaal no quiere, y que llevaba varios meses en el mercado. El jugador estaba, además, impaciente por dejar Manchester porque se veía en el banquillo. Ya la temporada pasada no había sido titular en muchos partidos y sus prestaciones eran casi siempre para salir en los segundos tiempos. Su destino estaba lejos de la Premier, el Madrid buscaba un futbolista de sus características y las buenas relaciones entre los dos clubes –durante las negociaciones para el traspaso de Di María surgió el nombre del mexicano– han posibilitado la cesión por una temporada, mientras que el Real Madrid se reserva una opción de compra.

Visto y no visto. La operación se cerró el domingo entre los clubes y ayer Chicharito llegó a Madrid, pasó reconocimiento médico, firmó su contrato y tuvo su primera comparecencia ante los medios. Después, al césped para los retratos de rigor (lucirá el número 14 de Alonso), todo ello adornado con amabilidad y una eterna sonrisa.

«Es un sueño. Poder representar a este club es un sueño hecho realidad. Todo jugador sabe lo que representa el Real Madrid y es un honor estar aquí», decía Chicharito sin salirse del guión. «No hay jugador en el mundo al que no le gustaría vestir esta camiseta o estar en esta institución. Sería una gran mentira. Estoy feliz de estar aquí y voy a intentar divertirme, ayudar al equipo y ganar títulos», aseguraba el mexicano sin perder la sonrisa.

Sobre su papel en el equipo, explicó que es «jugador del Real Madrid». «Acepté cuando supe del interés por mí y espero hacerlo lo mejor posible. Lo que más amo es jugar al fútbol y jugar aquí es una bendición. Todos los equipos grandes, y éste que es el más grande, no pueden jugar solo con un único jugador, necesitan de todos para los logros grupales», dijo. Manda, pues, el grupo, y Chicharito está dispuesto a pelear por un puesto en el once titular. Desde mañana mismo, día que el equipo vuelve a los entrenamientos. No conocerá a muchos de sus nuevos compañeros, que están con sus respectivas selecciones, pero tendrá en Cristiano, al que sustituyó en el United, un buen anfitrión.

Chicharito tuvo tiempo de tener unas palabras con Ancelotti. «Me saludó y me dijo cómo estaba, porque no había tiempo. Es un placer conocerlo y le estoy agradecido porque también haya confiado en mí», contó el mexicano, que todavía no ha tenido tiempo de hablar con Hugo Sánchez, que fue santo y seña del equipo madridista en la década de los ochenta.

Plantilla cerrada

Butragueño se despide hasta...

Era el último día de fichajes. El mercado se cerraba a las doce de la noche y una vez que Chicharito se levantaba para bajar al vestuario para vestirse de blanco hubo una última pregunta para Emilio Butragueño, anfitrión del mexicano, que fue el encargado de presentarlo al no haber un acto de relumbrón con Florentino en el palco. A Emilio se le preguntó si iba a volver pronto y su respuesta fue elocuente. «En principio no me van a volver a ver más en estos días». La sonrisa cómplice del director de relaciones institucionales era la declaración expresa de que no habría más fichajes. Chicharito, pues, pone la guinda a un pastel al que llegaron Keylor Navas, Kroos y James.