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Con la BBC por delante
Con Benzema recuperado, Zidane tiene que elegir hoy si vuelve al esquema habitual con los tres de arriba y con Isco en el centro del campo o si continúa con el dibujo del Calderón. «Los tres de arriba son los mejores, van a jugar más»
Con Benzema recuperado, Zidane tiene que elegir hoy si vuelve al esquema habitual con los tres de arriba y con Isco en el centro del campo o si continúa con el dibujo del Calderón. «Los tres de arriba son los mejores, van a jugar más»
Benzema colgó ayer en un tuit una foto de él y Varane sentados en el avión que les llevaba con el resto de la expedición a Lisboa: «Buenos recuerdos», escribía el delantero, recordando la final que en la capital portuguesa ganó el Real Madrid al Atlético. La memoria es agradable con el delantero francés, más peliagudo, en cambio, es su presente. Lleva toda la temporada en pugna con la sombra de Morata, que volvió al Bernabéu dispuesto a hacerse un sitio, sin complejos y sin respetar ninguna jerarquía. Por la presión del canterano, el delantero francés ha vivido bajo el ojo de la crítica y lo cierto es que no ha mostrado su mejor cara, como fuera de sitio la mayoría de los minutos.
Pero ahora que se ha lesionado Morata para un mes, Benzema descubre que la presión acerca de su titularidad no sólo no ha disminuido sino que es aún más feroz. Su rival no es otro delantero centro, es Isco y, también, la manera de plantear los partidos por parte de Zidane. La victoria contra el Atlético fue tan aplastante, quitó al entrenador francés tantos fantasmas y tantas incertidumbres, que lo que empieza a partir de hoy, en Lisboa, en un partido para certificar el pase a octavos, es un nuevo equipo, tan líder como antes, tan invencible como los 29 encuentros que suma hasta ahora, pero además, más firme, más convencido de que se encuentra en el camino correcto.
El sistema con los tres de arriba no lo tocó Ancelotti y le llevó a la Décima; no lo varió Benítez y en él confió Zidane para levantar a un conjunto deprimido, dejarlo a un paso de la Liga y darle la Undécima la pasada campaña. Es decir, que por títulos ha sido un éxito. Jugar con tres delanteros obliga al resto del equipo a posicionarse con tres centrocampistas que tienen que esforzarse para el trabajo defensivo. Salvo en días señalados, a los tres delanteros les cuesta mirar hacia atrás para ocuparse de tareas defensivas. Da la sensación de que el equipo es más seguro o juega con más confianza cuando tiene más hombres en el centro del campo. Aunque si los tres de arriba son efectivos, hay pocos rivales que aguanten su capacidad de golpeo.
En esa tesitura, entre esas dos formas de plantear los partidos, está Zidane. Nada más acabar el choque en el Calderón dejó claro que la posición de Ronaldo como delantero centro era circunstancial, una variante más del equipo, pero no algo estructural. Cristiano jugará ahí a veces y partirá desde la banda cuando estén Benzema o Morata, es decir, cuando el equipo se sitúe con tres delanteros. «Los tres son los mejores, un poco más por la historia que tienen, por lo que han hecho. Lo importante es el grupo y lo que cada uno puede aportar al grupo. Pero que va a jugar más la BBC, sí», explicaba ayer Zidane, dejando muy claro las jerarquías que hay en el vestuario.
Hoy va a estar Benzema y también lo hará Isco, sólo que más retrasado. Cuando juegan tres delanteros, el andaluz tiene que situarse más lejos del área y hacer otras labores que le cuestan bastante más. Como centrocampista tiene sus momentos, como media punta es un genio. «Sí que aporta más porque ésa es su posición, de 10, y es en la que se encuentra mejor, pero puede jugar en muchos lugares del campo y lo ha demostrado, lo está haciendo fenomenal», continuó el entrenador blanco.
Durante algunos partidos, Zidane ha intentado una solución a medias: esto es jugar con dos mediocentros y que el tercer hombre de esa zona en el campo haga, a veces, de media punta, pero no ha terminado especialmente convencido de esa solución.
Aunque hoy vuelva al 4-3-3 no significa que el francés haya renunciado a jugar de otro modo. Tiene equipo para probar, para ir viendo lo que le pide el partido. «Siempre estudiamos al rival y ellos a nosotros y, en función de eso, defensivamente hay que hacer una cosa y ofensivamente otra», decía el entrenador: «Contra el Atlético fue un equipo, contra el Sporting otro y otro día será de otra manera».
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