Cuestión de autoestima

El Real Madrid y el Atlético se miden hoy con la sombra de la distancia del Barça. Se juegan más el orgullo que otra cosa

«Están motivados, claro», dicen en el Madrid sobre los jugadores. «Pero el partido es caza menor», continúan dentro del club. No se dice públicamente, pero todos saben que salvo milagro, la Liga es una utopía y que la temporada se juega ahora en Europa. «Mientras haya puntos, la Liga siempre está en juego. Y está claro que veo muy complicado que el Barça pierda nueve puntos», reconoció ayer Simeone. Los dos equipos empataron en la última jornada de Liga y el ánimo competitivo se vino abajo. Ahora quedan el orgullo, la autoestima, el placer de vencer al rival y que la espera hasta los encuentros de la «Champions» sea placentera y no llena de dudas. Eso es lo que se juegan, que no es poco, pero tampoco es suficiente para dos conjuntos que han jugado los últimos derbis a vida o muerte, tensos y, como en el caso de la final de Lisboa de la «Champions», heroicos. «Pase lo que pase contra el Atlético no decimos adiós a la Liga. Si perdemos puntos va a ser complicado, es verdad. La temporada no se acaba mañana, hay muchos partidos, está la ‘‘Champions’’...», reconocía Zidane, que citaba la profesionalidad de sus jugadores para afrontar un duelo como éste.

Es la primera vez que se miden en los banquillos Zidane y Simeone, que durante su carrera como futbolistas se vieron mucho las caras. El argentino es el jefe del Atlético, el que le ha cambiado la cara y le ha hecho competitivo en los derbis. Zidane es la esperanza blanca, que está viviendo sus primeras tristezas tras el empate en Málaga. «Sé que es un partido especial, porque es contra el Atlético y sé que hay gente que duda de mis habilidades. Pero me centro en lo que tengo que hacer», decía ayer. Y toca ganar al Atlético, mientras pasan los días camino de la «Champions».