Atlético de Madrid

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El Atlético denuncia al Barça ante la FIFA por los contactos con Griezmann

El club se queja ante la FIFA de los «reiterados contactos» de los azulgrana con Griezmann y su entorno. Tiene contrato hasta 2022

Antoine Griezmann tras el partido contra el Chelsea
Antoine Griezmann tras el partido contra el Chelsealarazon

El club se queja ante la FIFA de los «reiterados contactos» de los azulgrana con Griezmann y su entorno. Tiene contrato hasta 2022.

Nadie en el Wanda Metropolitano se cree que Griezmann vaya a continuar la próxima temporada en el Atlético de Madrid. Ni el propio Simeone, el máximo «culpable» de que el francés haya explotado como futbolista para convertirse en un jugador de élite mundial, avala que en el curso venidero (2018-19) el goleador siga a su lado. El técnico ya dijo hace unos días que no le cierra la puerta a nadie. «Si un jugador viene y me dice que tiene la oportunidad única de jugar en un equipo determinado; si hizo todo lo que pudo por mí, como ha hecho Griezmann, no pondré problemas. Por supuesto que se podrá ir en algún momento, igual que hicieron en su día Diego Costa o Arda Turan. No soy desagradecido», explicaba el Cholo cuando se le inquiría por el futuro del delantero galo.

Lo que pasa es que el Barcelona ha roto las reglas del juego y el Atlético ha denunciado a la FIFA los «reiterados contactos» del club azulgrana con el jugador y su entorno porque «pueden alterar las competiciones» en las que ambos se miden, LaLiga y la Copa del Rey. Al club le consta que ha habido contactos y de ahí el enfado de sus dirigentes, aunque puede ser una pataleta que no tenga consecuencias en el aspecto disciplinario. El Mundo Deportivo adelantó el acercamiento de Bartomeu, mandatario azulgrana, con la familia Griezmann y el pasado domingo Guillermo Amor, responsable de relaciones institucionales y deportivas del primer equipo, confirmó a Marchante los contactos.

Las palabras de Amor han sido el detonante, porque en las redes sociales y en el entorno del Atlético nadie ha entendido su «sinceridad», para que el club denuncie ante la FIFA la intromisión del Barcelona para fichar a un jugador que renovó su contrato hasta 2022 y que tiene una cláusula de 100 millones. Griezmann, es verdad, se quedó porque el Atlético no podía fichar. Tenía una oferta muy importante del Manchester United y el Barcelona ya había sondeado el verano pasado la posibilidad de su fichaje, como también lo había intentado con Koke y Saúl, a lo que el Atlético se cerró en banda.

Está claro que el Barcelona ha cometido un error. Miles de clubes actúan de la misma manera, pero lo hacen sin publicitarlo y sin dar pie a un conflicto de intereses. Lo lógico es que antes de un fichaje se pongan de acuerdo con el jugador (duración del contrato y cantidades a percibir) y después se dirijan al club o en su defecto paguen su cláusula de rescisión.

¿Qué va a pasar en junio? Lo normal es que pasada la tormenta, una tormenta que, además, puede ser perjudicial para Griezmann cuando le toque jugar en el Metropolitano porque no se sabe cómo responderá la afición rojiblanca (el jugador ya ha sido pitado esta temporada), el Barcelona y el Atlético hablen. A lo mejor a Simeone le interesa algún futbolista azulgrana (Rakitic siempre está en su pensamiento) y la negociación se puede cerrar con un traspaso sin que haya que abonar los 100 millones de la cláusula.

El reglamento de la FIFA lo tiene claro: «Un jugador profesional tendrá la libertad de firmar un contrato con otro club si su contrato con el club actual ha vencido o vencerá dentro de un plazo de seis meses. Cualquier violación de esta disposición estará sujeta a las sanciones pertinentes». Compás de espera.