El Atlético está de luto

Se ha ido un amigo y me encuentro apesadumbrado. Éste es un día triste, no sólo para mí o para el Atlético, que está de luto, también para todo el fútbol español, para la Selección, a la que puso su sello. Cómo vamos a olvidar la final de la Eurocopa de 2008. Él creía en aquel equipo y convenció a los jugadores de sus auténticas posibilidades. Luis fue un gran entrenador y un excelente seleccionador. Sabía cómo motivar a los futbolistas y lo demostró.

Cuando el Atlético se cambie a su nuevo domicilio, en La Peineta, Luis tendrá allí un lugar reservado. En el Atlético de Madrid lo ha sido todo. Si como seleccionador no podemos olvidar la final de 2008, de su época de jugador mantengo viva la imagen del gol que metió al Bayern de Múnich en la final de la Copa de Europa de 1974... Inolvidable. Hemos perdido a quien fue un gran futbolista, un gran técnico y una gran persona. Al Atlético no sólo le dio la Copa Intercontinental en su primer año como entrenador del equipo. Fue una gesta. Sin embargo, más fresco en la memoria tenemos el ascenso a Primera División; con esa conquista me quedo, después de haber pasado ya un año en Segunda. Fue memorable.

En nombre del club quiero expresar nuestras condolencias a su familia. Ahora, lo que espero es que el equipo y la afición le rindan el homenaje que se merece este domingo. Ojalá que pueda dedicarle una victoria ante la Real Sociedad. Pero eso es fútbol. Quedémonos con su recuerdo, con su amistad, con todo lo bueno que nos dio.