Atlético de Madrid
Irreconocible
El Celta barre del césped de Balaídos al Atlético, que no se pareció a sí mismo y mucho menos al equipo que goleó al Real Madrid
El Celta barre del césped de Balaídos al Atlético, que no se pareció a sí mismo y mucho menos al equipo que goleó al Real Madrid
El Atlético apareció muy desmejorado en Balaídos, prácticamente irreconocible. Sin Koke y sin Arda, los rojiblancos pierden casi todos sus caminos para generar fútbol y Simeone pretendió compensarlo con más peso en el ataque. Por primera vez coincidían desde el comienzo Mandzukic, Griezmann y Torres, pero al croata se le vio más despejando córners en su área que rematando en la contraria.
El Celta le quitó la pelota, como estaba previsto, pero además le robó la personalidad. Eran los gallegos los que se tiraban al suelo para recuperar, los que presionaban arriba para encontrar el balón más cerca de la portería contraria. El Atlético estaba perdido, sin armas, y los tres de arriba estaban solos, demasiado aislados.
Tiago fallaba pases impensables, entregas que siempre acaban en uno de los suyos acababan en el contrario o fuera del campo. El portugués, una referencia para Simeone y para sus compañeros, apenas aguantó media hora sobre el césped. Un partido desastroso y una sobrecarga muscular aconsejaban mandarlo al banquillo, aunque no cambió mucho el aspecto del Atlético con la entrada de Mario.
Nolito y Orellana se encargaban de hacer un nudo a los defensas rojiblancos. El internacional español no tardó en retratar el partido de Juanfran y Miranda en una jugada por la banda izquierda que terminó solucionando Siqueira llegando desde el lado contrario. Pero el lateral zurdo rojiblanco tenía los mismos problemas con Orellana. El Atlético tenía problemas para alejar la pelota de su área. Era sólo una cuestión de puntería que el Atlético acabara recibiendo un gol. El Celta manejaba el partido con facilidad, pero el remate le costaba. Nolito despidió la primera parte con un disparo por encima del larguero. Parecía una despedida ante la charla del Cholo que esperaba al Atlético en el vestuario. Pero nada cambió en el segundo tiempo. El Celta siguió trabajando con la pelota en los pies. Se parecía a aquel equipo en el que jugaba Berizzo y dirigía Víctor Fernández desde el banquillo. Aquel Celta que se acostumbró a jugar en Europa.
Simeone intentó recuperar el equilibrio de su equipo con la entrada de Cani por Torres. Era una alineación más lógica, pero no era eso lo que necesitaba el Atlético. A los jugadores del Cholo les hacía falta una transfusión, como si se hubieran quedado sin sangre y sin oxígeno después de golear al Real Madrid la semana pasada.
El Celta recibió de Mario Suárez el empujón que necesitaba para ponerse por delante. El centrocampista rojiblanco hizo penalti a Nolito y el mismo jugador fue el encargado de poner al Celta por delante desde los once metros. Larrivey desperdició poco después, cuando sólo tenía que poner el pie para marcar, la oportunidad de marcar el segundo.
En ese momento el Atlético parecía capaz de reaccionar. Siempre desde los pies de Griezmann. Y siempre se encontraba con las manos de Sergio, el portero del Celta. No falló Orellana cuando tuvo la posibilidad de decidir el encuentro. Y el Atlético siguió buscando su sombra.
- Ficha técnica:
2 - Celta de Vigo: Sergio Álvarez, Sergi Gómez, Cabral, Fontás, Jonny; Radoja, Krohn-Dehli (Alex López, min.90), Augusto; Nolito, Orellana (Santi Mina, min.90) y Larivey (Hernández, min.75).
0 - Atlético de Madrid: Moyá; Juanfran, Miranda, Godín, Siqueira; Griezmann, Gabi (Giménez, min.72), Thiago (Mario Suárez, min.33), Saúl; Fernando Torres (Cani, min.46) y Mandzukic.
Goles: 1-0. m. 57, Nolito, de penalti. 2-0: m. 71, Orellana.
Árbitro: Martínez Munuera (colegio valenciano). Amonestó a Mario Suárez, Mandzukic y Cani por parte del Atlético de Madrid.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la vigesimotercera jornada de la liga BBVA, disputado en el estadio municipal de Balaídos ante 22.099 espectadores. Efe
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